Un cuadrangular de Erisbel Arruebaruena en el séptimo inning con dos corredores en circulación resultó la mordida definitiva de los Cocodrilos de Matanzas a los Leñadores de Las Tunas, en el triunfo 6-3 del sexto partido de la semifinal beisbolera, jugado en el estadio José Antonio Huelga, de Sancti Spíritus.
El batazo decisivo sobrevino ante el zurdo Yudier Rodríguez, quien había limitado la ofensiva yumurina hasta ese momento a ocho hits y tres anotaciones, dos de ellas salidas del madero de Yadir Drake, con su segundo vuelacerca en esta semifinal, que encontró al propio Arruebaruena en las almohadillas.
Pero los tuneros de Pablo Civil no se dejaron intimidad y poco a poco fueron descontando hasta que igualaron la pizarra a tres en la parte de arriba del séptimo capítulo, cuando explotaron al abridor Noelvis Entenza, quien volvió a quedarse con las ganas de su victoria número 100 en series nacionales.
Joel Suárez se hizo cargo del box con una palmadita de confianza para Entenza. Tras soportar el fly de sacrificio de Yosvani Alarcón y transferir intencional a Rafael Viñales, ponchó a Yordanis Alarcón con las bases llenas, en lo que fue la última amenaza tunera de esta semifinal.
Un episodio más tarde ocurriría un lamentable incidente de indisciplina, al Héctor Castillo derribar sin sentido, pero fuerte, al camarero yumurino Aníbal Medina, lo que propició que se vaciaran las bancas y posteriormente resultaran expulsados seis jugadores, dos de ellos claves en las aspiraciones de Armando Ferrer en la final: Drake y el lanzador Suárez.
La discusión del título aún no tiene fecha definida, dado algunos casos de COVID-19 presentados en el equipo Granma. En los próximos días se informará cuándo y dónde comenzará esta final, inédita en nuestras temporadas, pues los Alazanes de Carlos Martí ganaron en 2017 a Ciego de Ávila y en 2018 a Las Tunas; mientras Matanzas lo hizo en el 2020 frente a Camagüey.
Sin embargo, el match entre ellos dos favorece a los orientales en postemporadas 8-4, pues se impusieron en las semifinales de los años que levantaron el título. Será una cábala a romper ahora por los cocodrilos, deseosos de volver a levantar la corona en una campaña que se ha alargado más de lo previsto por la pandemia.
Para Las Tunas toca un merecido aplauso. Por cuarta ocasión consecutiva regresan a sus predios con un podio (1-1-2) y su formación es respetada por el trabajo constante y de calidad hecho por un colectivo de entrenadores bajo la guía de Pablo Civil. Ahora les falló en el momento cero su pitcheo, pero la admiración hacia sus jugadores por la entrega prima en cualquier valoración.
Muchos han preguntado por estos días sobre la actividad internacional del béisbol cubano. Ya está confirmada la participación en el grupo Élite de la III Copa del Caribe, prevista del 17 al 24 de abril en Willemstad, Curazao; en tanto para la primera quincena de junio ha sido fijado el torneo preolímpico en Estados Unidos. Por supuesto, después de conocer al nuevo monarca habrá tiempo para volver sobre estos torneos, en los que esperamos una nueva cara de triunfos, por difíciles que sigan siendo.