No solo la familia Soberana de nuestros esperanzadores candidatos vacunales contra la COVID-19 ha ido en busca de una formulación Plus. En los últimos 12 meses, desde que se diagnosticaran en Cuba los primeros casos de esa enfermedad, la terrible pandemia nos ha exigido a todos ponerles un extra a nuestras vidas.
Nadie olvidará jamás esta época a la vez tan extraña, dura y movilizadora, durante la cual un virus global combinó su letalidad con la de un bloqueo económico llevado hasta el paroxismo de la ridiculez por el Gobierno de los Estados Unidos, para tratar de doblegarnos definitivamente, por hambre o muerte, sin conseguirlo.
Cuarentenas prolongadas y epopeyas médicas, trabajo y estudio en la casa, escaseces y colas de angustia, protecciones laborales y sociales inéditas, peligrosas curvas y rebrotes, movilizaciones solidarias y hazañas científicas, dolorosas pérdidas humanas y salvaciones épicas. Nunca pasó tanto y tan distinto en menos tiempo, y aquí estamos.
Para nada fue un milagro, por supuesto. Es fruto de muchos desvelos individuales y colectivos, evidencia de la capacidad organizativa de un país, que en medio de esta crisis mundial ni siquiera dejó de legislar bondades, ni renunció a iniciar las transformaciones pendientes y más complejas en su modelo económico, con una polémica Tarea Ordenamiento que debemos convertir en acicate y oportunidad de desarrollo.
¿Lo hicimos todo bien? Sabemos que no y tal vez era imposible pretenderlo, en medio de tan excepcionales obstáculos. Desde lo más íntimo de cada persona podemos realizar ese repaso de nuestros errores, para tratar de enmendarlos. Asimismo hay quienes deberían sentir vergüenza, por su complicidad rastrera y vulgar en los ataques contra una Revolución que lucha igualmente por salvarles, sin excluir ni discriminar.
Y todavía la historia no termina. Andamos justo en otro momento crítico de la epidemia, en el que aún son más necesarios la disciplina y el esfuerzo contra el desgaste que nos produce esta tensión por 12 meses.
Porque también nos quedan aprendizajes tremendos, hallazgos impresionantes sobre nuestras propias fuerzas y posibilidades, que ni siquiera entreveíamos, o saberes totalmente nuevos, como esas vacunas ya en camino de serlo, y que resumen en un pequeño bulbo la grandeza de una Cuba Soberana Plus.