Amarilis Vázquez, una cubana como tantas otras, con doble jornada laboral —la del centro de trabajo y la de la casa— se sorprendió cuando el pasado mes compró los frijoles en la bodega y los vio limpios y brillosos, mayor fue su asombro al verterlos en la cazuela: “Aquello se cocinó en un santiamén”.
Comentando y comentando el suceso supo que la novedad era fruto de la prueba técnica de la unidad empresarial de base (UEB) Atención a granos, que recién se terminó en su municipio de residencia, Contramaestre, perteneciente a la provincia.
Entre diciembre del 2020 y enero del 2021 dicha industria, inversión que superó los 7 millones de pesos, calentó motores para verificar el buen funcionamiento de sus máquinas de limpieza, trillado, selección de calidad (de primera a tercera) molino y envase para granos como el maíz, además de frijol negro, blanco, colorado, de garbanzo y soya.
“La comprobación resultó exitosa—, comenta Edilberto Borges, jefe de la línea de proceso de frijoles—, hicimos los ajustes necesarios y se logró una óptima extracción de humedad e impurezas para luego almacenarlos y darles el destino final”.
La UEB Atención a granos, del municipio de Contramaestre, subordinada a la Empresa Agroindustrial de Granos del también santiaguero municipio de Palma Soriano demostró su pertinencia al procesar las primeras producciones dedicadas al consumo humano y animal.
“Como resultado de la prueba técnica entregamos 70 toneladas (t) de maíz a la empresa porcina, 3 t y media de harina de maíz y una de pinol, para los Mercados Ideales, además de 14 t de frijol al Grupo Empresarial de Comercio para la canasta básica”, explica Armando Capote Paneque, director de la UEB.
“Los 44 trabajadores estamos listos para la arrancada definitiva en la que podremos procesar, con apego a la capacidad instalada, unas 120 t de granos diarios”.
Ubicada próxima a otra potente industria, la Tropical Contramaestre S.A., a unos pocos kilómetros de la cabecera del municipio santiaguero, territorio de un vasto potencial agrícola, la nueva planta de granos tributará sus surtidos a las dos provincias más orientales: Santiago de Cuba y Guantánamo.
Un total de cuatro silos, con capacidad para 500 t cada uno, son garantía para la respuesta productiva de una entidad que apuesta por el ahorro de energía.
“El horno de la torre de secado del maíz funciona con biomasa, en lo fundamental cáscara de arroz y de café”, dice Rey Damisel Hernández, operador de dicho horno y secretario general de la sección sindical recién constituida.
“Desde el día en que lo probamos respondió a las mil maravillas, tira a muy altas temperaturas, en verdad es eficiente, tenemos garantía total de sostenibilidad de lo que va a quemar porque estamos cerca de la provincia de Granma, donde buscamos la cáscara de arroz, y la otra materia prima la tenemos más cerca todavía, en la procesadora de café Rolando Ayud, aquí mismito en Contramaestre”.
Mientras llega la hora de arrancar, el colectivo da los toques finales al acondicionamiento de locales, limpieza de exteriores, siembra de jardines… tareas en las que reciben el apoyo del movimiento sindical contramaestrense, como pasó en los días más complejos de la inversión.
A la espera de una tostadora industrial para el maíz que se destina a pinol —hoy se hace en fogones de leña manualmente— y de la voz de arrancada, el colectivo de esta entidad del Ministerio de la Agricultura se alista para ir directo al grano.