“La empresa estatal socialista, sostén de nuestra economía, tiene que reestructurarse profundamente, reducir gastos en todo lo necesario para poder sostenerse, ser eficiente a costa de aumentar en número y calidad la producción, mejorar costos operacionales, no solo vender más caro”, opina el internauta Juan Carlos Subiat Suárez, y subraya: “El Estado tendrá que ir manejando todo esto con cautela pero sin paternalismo, porque no se puede seguir subsidiando la ineficiencia”.
Otro lector que firma como Agrónomo está muy de acuerdo con que se constituyan empresas agroindustriales “para que el ciclo productivo se cierre, por ejemplo, la cadena productiva del mango, desde el vivero hasta la transformación del fruto en la mini, micro o gran industria de procesamiento, la del tomate, las de frutas exóticas posibles de cultivar en Cuba como la fresa, maracuyá, melocotón y otras, y solo importar las que no se pueden producir, y tratar de identificar áreas con condiciones en que se pueda cultivar la uva y desarrollar la industria del vino como uno de los renglones con mayor importación dentro de la actividad turística y gastronómica”.
El internauta que se identifica como Comercial considera la necesidad de “diseñar y aprobar la nueva ley de empresas, que establezca la estructura a implementar, los requisitos, las funciones, los deberes y derechos, la política empresarial, el reglamento, acabar con las grandes superestructuras para fortalecer la base y ponerle el traje a la medida al desarrollo económico territorial”.
