Icono del sitio Trabajadores

Mitos y realidades sobre la marihuana

Los efectos del consumo de Cannabis sativa para la salud fueron abordados recientemente en un informe de la Comisión clínica de la delegación del Gobierno español para el Plan Nacional sobre Drogas, con el objetivo de contribuir a destruir mitos y opiniones de escaso fundamento sobre la inocuidad de esta sustancia.

En muchos lugares del planeta existen creencias erróneas acerca de las consecuencias nulas que puede acarrear la marihuana, considerada la droga de mayor consumo en el mundo.

De este tema conversó Salud con el doctor Arnaldo González Castro, máster en toxicología clínica y director del centro comunitario de Salud Mental del municipio capitalino de La Lisa, quien nos comenta una característica peculiar de esta sustancia: en sus inicios fue empleada con fines terapéuticos (especialmente en China) lo que generó el mito de sus potencialidades como medicamento, y actualmente por intereses de lucro y comercio se manipula esta creencia para enmascarar lo dañino de su uso.

Primer mito

Explicó el doctor González Castro, que la marihuana ha sido citada como sustancia muy eficaz para combatir los efectos de las náuseas y vómitos del embarazo. Analicemos que, aunque esta planta tenga algún principio activo que pueda inhibir estos efectos, científicamente está relacionada con múltiples malformaciones faciales en los hijos de madres que la consumen.

Segundo mito

Otro de los fenómenos que se invocan, continuó el especialista, es que la marihuana es útil pues retarda la eyaculación. Puede que sus efectos, desde el punto de vista bioquímico, en algún momento por su mecanismo de acción favorezcan este hecho, pero es importante conocer sus daños en la esfera reproductiva como conducentes a la infertilidad masculina y femenina.

De una parte, los hombres que fuman esta sustancia tienen una disminución en el número de espermatozoides, e incluso una alteración en la forma y en la movilidad de estos; y por otra parte se ha descubierto que inhibe la ovulación en animales; o sea que las parejas que como hábito consuman la marihuana para un posible retardo de la eyaculación, tendrán este inconveniente fundamental, relacionado directamente con la infertilidad, y además, su consumo crónico disminuye la libido, es decir, el deseo sexual.

Tercer mito

Otra creencia errónea es que la marihuana mejora la sociabilidad, o sea el nivel de relación de las personas que la consumen. Y es cierto que tiene un efecto euforizante, pues las sustancias psicoactivas pueden producir esta reacción, con tendencia a la risa fácil, mas está demostrado que con su uso crónico aparece una de las complicaciones más serias para el hombre como ser eminentemente social y de importancia capital: el síndrome amotivacional. Es decir: las personas se vuelven irritables, apáticas, pierden el interés por toda actividad, se desmotivan y apartan de todas las actividades sociales, ya sean de índole productiva o no, pues abandonan el interés por las demandas fundamentales de la vida: el aporte económico a la casa, el rol de padre, ser un amigo y compartir, ayudar a quien lo necesite.

La marihuana puede llevar a este síndrome que nosotros, como especialistas, consideramos una de las complicaciones más serias que puede provocar una droga, enfatizó el médico.

Cuarto mito

Muchos dicen que fumar marihuana los ayuda a realizar con mayor facilidad sus actividades cotidianas, comenta el entrevistado. Pero en las personas que tocan guitarra, escriben en computadora o realizan diversas tareas que requieren de concentración, está demostrado que el principio activo de la planta (el tetrahidrocannabino) con su uso continuado puede producir serias alteraciones en la capacidad de concentración en la memoria.

Quinto mito

A veces se plantea que la marihuana cura el asma bronquial, y la esencia es que una de sus sustancias dilata los bronquios. Una vez más referimos que comprende otras varias con efecto irritante de las vías respiratorias y en su conjunto usada por la vía más habitual (fumada) puede provocar daños, aun mayores, que el consumo de cigarrillos. En resumen, fumar marihuana puede agravar esta enfermedad.

Realidades, no mitos

La marihuana es una sustancia psicoactiva, alucinógena y llega a producir trastornos en la percepción de la realidad; que en ocasiones se observan al consumo de un solo cigarrillo. En la persona que se inicia, estos efectos pueden ser mucho más dramáticos, más peligrosos, porque son fenómenos bioquímicos.

Es útil conocer que crea tolerancia, pues los adictos necesitan después dosis mayores para percibir los efectos que antes disfrutaban con dosis más pequeñas.

La marihuana puede producir alteraciones en el sistema cardiovascular, tales como elevación de la presión arterial, aumento del volumen cardiaco y esto en personas desconocedoras de tener una afección cardiovascular de base puede convertirse en un hecho de elevada peligrosidad.

También es importante, desde el punto de vista social, que esta sustancia se cita en muchos textos como droga portera por muchas razones, algunas relacionadas con fenómenos bioquímicos (capacidad de estimular receptores que están en el sistema nervioso central para otras drogas).

Además, su consumo ya supone una primera ruptura de lo que se conoce como la legalidad, y esto influye en que después de que por primera vez se ha traspasado esa barrera se quiera seguir probando cosas que hasta ese momento eran rechazadas por su carácter ilegal.

Las amplias reflexiones del toxicólogo Arnaldo González Castro a Salud explican las amargas realidades a que se enfrentan los que se acercan a la marihuana.

Muchos tratan de hacerla creer como una droga totalmente inocua, que biológicamente no produce efectos negativos para la salud y puede mejorar las relaciones sociales. Pero como hemos visto eso no se acerca en lo absoluto a la realidad.

Se quema, y es peor

Si ya conocemos los riesgos dañinos de la planta Cannabis sativa, añada usted que generalmente se fuma, y para ello se fabrica el cigarrillo —forma más habitual de consumo—, en cuya envoltura se utiliza todo tipo de papel: de traza, de libreta, hasta algunos ya escritos que contienen además los elementos tóxicos de la tinta.

El efecto de las aproximadamente 400 sustancias que contiene la planta, junto con los del papel y la pirosis o quema, es responsable de que la marihuana sea uno de los irritantes mayores de la mucosa del sistema respiratorio, y por eso se ha descubierto que, al igual que con el cigarro, existe una relación comprobada entre ella y algunos tipos de cáncer de las vías respiratorias.

En autopsias de pacientes que fumaban marihuana se han encontrado úlceras en la mucosa del sistema respiratorio; infiltraciones de macrófagos, linfocitos y otras células que se traducen en un daño a las vías respiratorias por la irritación constante que produce esta sustancia.

Marihuana: ¿planta medicinal?

El hecho de que una planta con cerca de 400 sustancias, algunas con efecto desconocido, tenga un principio activo que aislado, purificado y modificado químicamente pueda tener una acción beneficiosa a la salud, no justifica que esa planta sea medicinal, por el costo-beneficio que representaría tratar una dolencia con ella. Por eso en nuestra opinión la marihuana en nuestra sociedad nunca será un medicamento y el fumar marihuana nunca será una indicación médica de nuestros especialistas, enfatizó el toxicólogo Arnaldo González. 

(Fragmentos de un estudio realizado en España. 2006)

“A menor edad, mayor es el riesgo de padecer una enfermedad psíquica. Sobre todo en los menores de 16 años, cuyo cerebro está aún en formación”, señalaba la ministra de Sanidad y Consumo de España, Elena Salgado.

**El fracaso escolar, el abandono de los estudios, problemas de concentración y la pérdida de memoria son algunos de los síntomas que manifiestan los adolescentes.

**Se considera además el Cannabis como la puerta a la toma de otros psicotrópicos:   “Si bien no todos los que consumen Cannabis acaban consumiendo otras drogas, existen estudios que sugieren que esta sustancia puede actuar como facilitadora de otras”, es una de las conclusiones principales del documento.

Puede aquí ver la publicación original del 26 de junio de 2006

Compartir...
Salir de la versión móvil