Si vas a seguirle los pasos tienes que estar dotado de una resistencia universal, porque él es un cuentapropista hiperactivo y multifacético, me comentó uno de sus alumnos aventajados en el mundo de los oficios.
Toda la razón tiene aquel hombre porque el diálogo con el trabajador no estatal comienza en su vivienda, rodeados ambos de ollas, batidoras, planchas, ventiladores, entre otros equipos en reparaciones, y concluye en la zona de defensa del Consejo Popular Onelio Hernández Taño, en la ciudad de Ciego de Ávila.
Y es que Rodolfo Peña figura entre las más de 600 mil personas que ejercen el Trabajo por Cuenta Propia en Cuba, pero no solo sobresale él en esta forma de gestión de la prestación de los servicios en calidad de mecánico que ha sido el oficio de su vida.
Apenas arriba a la edad laboral, empieza a definir su perfil profesional. «Comienzo a ‘cacharrear’ en un tallercito en el municipio avileño de Venezuela, allí un primo mío me enseñó a arreglar todo tipo de aparatos», comenta y demuestra que lo bien aprendido, nunca se olvida.
«Trabajé durante 30 años en varias unidades de la Empresa Provincial de Servicios Técnicos y Personales hasta que surgieron las nuevas formas de empleo no estatales. Aunque no he abandonado totalmente esa entidad, pues hoy laboro por la modalidad de arrendamiento en el taller de radio, ubicado en la calle José María Agramonte, esquina a Libertad, en la capital provincial.
«Ahí trabaja también mi hijo Jesús Peña Álvarez, quien me da una mano en el local adaptado en casa para mecaniquear, donde atiendo a la población de 4:00 a 6:00 de la tarde, en Máximo Gómez, número 334, entre 4ta y Carretera Central».
El reparador es también un activo sindicalista. «Soy el secretario general de la sección sindical de Las Brisas, la cual agrupa a los 19 no estatales que laboran en áreas aledañas al hospital provincial Antonio Luaces Iraola», afirma quien representó a esos afiliados en las sesiones finales del XXI Congreso de la CTC, en 2019.
Un año después, enfrenta la etapa más difícil y exitosa de su existencia. Porque, además de las tareas como miembro de los Comités Nacional del Sindicato de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios, y provincial de la CTC en Ciego de Ávila, enfrenta a la Covid-19 en humanitaria misión que le posibilitó alcanzar la condición de Proeza Laboral.
«Como vicepresidente de la zona de defensa del Consejo Popular Onelio Hernández, tengo la responsabilidad de organizar el sistema de mensajería a domicilio con prioridad para las viviendas en cuarentena, estar al tanto de los viajeros que llegan a la comunidad y revisar en los Consultorios de Salud los resultados de las pesquisas, para entre todos ganarle la batalla a la pandemia del coronavirus…».
El destacado innovador va al puesto de labor a aportar soluciones con las herramientas del quehacer diario y la fortaleza de los valores humanos que le hicieron merecedor del Premio Nacional del Barrio y la Medalla Fernando Chenard Piña, en 2014, entre otros reconocimientos.
Su alumno Eloy, aprendiz de oficios, no se equivoca al dignificarlo, porque Rodolfo Peña Quintana es un cuentapropista todoterreno.
