Que la situación epidemiológica actual se ha recrudecido no es secreto. Sin embargo, luego de la entrada de viajeros y el ascenso de la cifra de contagios, se incrementa el quehacer médico, como aseguran los profesionales de la salud en la demarcación del Consejo Popular Antonio Guiteras, en el municipio de La Habana del Este.
“En ningún momento hemos bajado la guardia y menos ahora con los viajeros, porque la vigilancia es responsabilidad del equipo de salud”, explicó la doctora Estela Yee López, especialista en Primer Grado en Medicina General Integral, y subdirectora de Asistencia Médica del policlínico Wilfredo Santana, único en el territorio.
“En estos instantes –argumentó la especialista– experimentamos el período con mayor cantidad de casos positivos en casi todo el reparto –entre ellos dos médicos–.
“Los primeros casos fueron a partir de viajeros llegados al país; actualmente tenemos ingresada a una paciente cubana proveniente de Estados Unidos, aunque en el último período la mayoría de los contagios han sido autóctonos”.
Entonces, arreciar los protocolos es indispensable. Las medidas contra el virus incluyen la modificación de la labor en el policlínico, donde se ha limitado el acceso poblacional y los servicios se mantienen en un 70 %, siempre con un sistema escalonado de turnos para evitar aglomeraciones y asegurar la atención a las personas, con garantía para las áreas de mayor demanda como las de Rehabilitación, Oftalmología y el Programa de Atención Materno Infantil.
Recientemente se incorporó la entrega del inmunoprotector Nasalferón o Interferón nasal, el cual permite al sistema inmune responder mejor ante la infección.
Atención primaria de salud
Al referirse a este tópico, la médica puntualizó que se lleva a cabo la pesquisa a toda la población cada 48 horas y diariamente a los más vulnerables, con apoyo de estudiantes de Medicina del Hospital Universitario General Calixto García, así como de aquellos de Estomatología y Rehabilitación.
Estos se suman al personal sanitario del policlínico distribuidos entre los 24 consultorios del Médico de la Familia, piedra angular de la asistencia primaria, junto a la vicedirección de Higiene y Epidemiología de la entidad.
Ahora la prioridad es el control de los 17 focos de transmisión abiertos en el área, así como el de las personas con patologías crónicas descompensadas –hipertensión, diabetes, insuficiencias renales–, mayores de 60 años, sobre todo si viven solos, así como gestantes, lactantes, casos sociales y pacientes con retrovirosis.
Gracias a la labor del personal médico y las medidas desplegadas, hasta el momento de nuestra visita no se había reportado ningún fallecido en el territorio, como tampoco casos positivos de infantes. Cualquiera que presente sintomatología respiratoria se clasifica en los consultorios y se remite a la consulta respiratoria.
En el cuerpo de guardia se atiende diferenciadamente a estos pacientes, allí se les realiza el test de antígenos de COVID-19.
En caso de resultar positivo el paciente es remitido al centro de aislamiento, donde se le hace el PCR y de ser positivo se deriva como ingreso a un hospital, en este caso al Hospital Militar Central Doctor Luis Díaz Soto. Los convivientes son ingresados en el hogar durante 10 días; y al quinto día del último contacto con el paciente positivo se les realiza el PCR.
Al salir del centro de aislamiento con resultado negativo el paciente es igualmente ingresado en el hogar, en el que continúan los mismos monitoreos epidemiológicos.
Se hace camino al andar
No obstante el buen trabajo, los mecanismos aún necesitan mejorarse. “Contamos con cobertura médica completa de médicos y enfermeras, pero muchas de estas últimas están en prestación de servicio en centros de aislamiento y hospitales, por lo que tenemos déficit con el personal de enfermería”, refirió Yee López.
Además, tenemos que prestar especial atención a los medios de protección, porque la mayoría de estos son de un solo uso y no pueden escasear.
Asimismo, la indisciplina social también repercute en el agravamiento de la situación, por lo que la doctora solicitó el apoyo de las organizaciones de masas y de la Policía Nacional Revolucionaria. “Ese trabajo es de todos, no solo del Ministerio de Salud Pública”, manifestó.