Los trabajadores, tanto estatales como no estatales en Villa Clara, se han vinculado, a través de planteamientos, opiniones, dudas e inquietudes, al proceso de cambio económico que se gesta en los colectivos laborales con la implementación de la Tarea Ordenamiento.
En consecuencia la organización sindical ha atendido dichas demandas y su tramitación a diferentes niveles, las que se refieren a varias temáticas.
Julio Morales Verea, secretario general de la CTC en el territorio, es del criterio que los primeros resultados de los beneficios de la Tarea Ordenamiento se verán de manera paulatina y a partir del incremento de la eficiencia en los colectivos laborales y la distribución de las utilidades que estos generen. Ello, aseguró, desencadenará la iniciativa obrera.
Según afirmó, existen muchas cuestiones que reajustar, mecanismos que establecer, romper la inercia, desarrollar la iniciativa. “Es el primer momento del cambio, y es cierto que debió ser con más coherencia, pero se está escuchando y atendiendo cada criterio. Lo más importante es que los trabajadores se han expresado, todas las inquietudes tienen lógica. Algunas han sido resueltas y otras están en vías de solución”, precisó.
“Por ejemplo, ante la discrepancia con el precio del comedor obrero de la primera semana, fueron visitados en la provincia 651 de ellos. Esa inspección comprobó que se ajustan al promedio establecido de los $18.00, no obstante, 49 de ellos no cubren los gastos en los que incurren con los ingresos que obtienen; 86 no garantizan merienda y solo 39 aplican las variantes de platos opcionales.
“Por ello sugerimos se tomen medidas para no afectar las utilidades que deben recibir los trabajadores al final del trimestre, pues la diferencia irá a gastos”, puntualizó.
“De igual manera han sido atendidos los planteamientos de los linieros eléctricos, quienes a partir de sus argumentos subieron en la escala salarial; así como asuntos relacionados con el pago en Etecsa, que establecía diferencias muy marcadas entre los directos a la producción y los indirectos, cuestión que ha llevado varios análisis y diversas propuestas de solución”, dijo.
“Específicamente, esta insatisfacción referida a las escalas salariales y la cuantía monetaria a percibir en diversos sectores ha sido una de las mayores insatisfacciones. A ello se suma el alza desmedida del importe de las producciones finales, como consecuencia de los altos precios de los servicios y de las materias primas”, señaló.
“Cada sector tiene sus propias características, a cada uno se le ha dado tratamiento de acuerdo con las preocupaciones, entre ellos los maestros y profesores que reclaman la antigüedad; los trabajadores del turismo plantean varias cuestiones, muchas de ellas acrecentadas por las afectaciones de la pandemia de la COVID-19. “Estamos analizando cada situación de manera particular, desde la perspectiva de cada oficio o profesión con las administraciones provinciales, las OSDE, sindicatos nacionales e incluso ministerios”, aseveró.
“En tal sentido varias han sido las preocupaciones tramitadas en el sector de la Construcción, otras de Recursos Hidráulicos tuvieron solución en la provincia, específicamente con los lectores cobradores de agua a quienes se les incrementó su contenido de trabajo y por consiguientes cambian de escala salarial y reciben mayor remuneración”, explicó.
Morales Verea consideró que en este momento los Convenios Colectivos de Trabajo y las asambleas de afiliados serán las herramientas para ir modelando los cambios. “Dan la posibilidad de establecer como nunca antes todas las reglas del juego en las empresas en busca de la eficiencia”, expresó el dirigente sindical.
Asimismo, opinó que las asambleas de discusión del plan y el presupuesto son el espacio ideal para trazar la línea de la productividad y la eficiencia de cada colectivo laboral, momento para establecer sistemas de pagos a destajo y la distribución de las utilidades ─propósito que está limitado en las actuales circunstancias por la pandemia y los efectos del bloqueo─ así como para proponer ideas relacionadas con la innovación, posibilidades de exportación y ahorro, y exigir por la implementación de las innumerables medidas que tiene la Empresa Estatal Socialista para ejercer su soberanía en el entramado laboral cubano.
“La Tarea Ordenamiento tiene como prioridad lograr la eficiencia económica, potenciar la autonomía empresarial, establecer el encadenamiento productivo, estrechar vínculos entre los diferentes tipos de gestión del país, propiciar formas de empleo y el desarrollo local. Es sin dudas la fórmula para contener las deformaciones económicas que se han gestado en el país y perfeccionar la estrategia de desarrollo económico y social de Cuba hasta el 2030. Los trabajadores son los protagonistas de ese cambio y los sindicatos tienen el deber de acompañarlos”, concluyó.