La mayor fábrica en Cuba de Fitomas, ubicada en el centro de la provincia de Ciego de Ávila, reanudó el proceso productivo de ese bioestimulante para múltiples cultivos, en especial la caña de azúcar.
El colectivo de esa industria, segunda del país puesta en marcha en 2014 -la pionera radica en La Habana-, realiza un gran esfuerzo para garantizar la máxima calidad del producto, y aprovechar la disponibilidad de envases porque la insuficiente existencia de bidones plásticos limita la posibilidad de incrementar los niveles productivos.
Otro inconveniente es que la levadura torula, como materia prima fundamental para la elaboración de dicho bioestimulante, es trasladada en la actualidad desde Cienfuegos, al estar en reparaciones la planta aledaña al avileño centro procesador de Fitomas.
Ambas industrias pertenecen a la Unidad Empresarial de Base Derivados Ciro Redondo, donde el principal reto este año consiste en cambiar métodos y estilos de trabajo para estar a tono con la tarea del ordenamiento monetario y financiero del país, ya que en más de 1 millón 400 mil litros descendió la producción de Fitomas el pasado año, en comparación con su mejor etapa en 2015.
Ese bionutriente, creado en la industria azucarera cubana, actúa también como un antiestrés y potencializa el crecimiento y desarrollo de los cultivos.
