Todos los días el anciano Félix Acuña se sienta en el mismo sillón en el portal de su vivienda, a contemplar el panorama con la esperanza de convertirse en el primer espectador de los colores del amanecer, como el que hace mucho tiempo no disfruta en su barrio, en el poblado de Velasco, del municipio de Primero de Enero, de este territorio.
La mirada del trabajador jubilado denota cansancio ante un paisaje maltrecho, entre otras cosas, por culpa de una casi centenaria chimenea, a la que se adjudicó en el entorno comunitario el apelativo de La temeraria:
“Los ciclones no la han tumbado porque es redonda y el viento circula a su alrededor. Si fuera cuadrada, ¡vaya usted a saber!”.
Neidys, hija de Félix, recuerda que esa área estuvo cercada, pero ya los niños y jóvenes juegan ahí como si nada. Urge evitar males mayores, pues según Lázara Vasnueva “el techo de fibro de mi casa fue afectado por un trozo pequeño que se desprendió desde la altura, debido a un trueno…”.
Jorge Luis Oviedo, albañil, advierte del peligro: “Distante a unos 45 metros de nuestro edificio multifamiliar está la torre que mide más de 60 metros de altura, la cual puede derrumbarse por su peso y alto grado de deterioro”.
La historia local no le es ajena a Yudenia Hernández Cárdenas, presidenta de la actual demarcación del Consejo Popular Pedro Ballester. Tampoco le resulta indiferente la inquietud de la mayoría. “Abrimos unos hoyos porque se le cerraron los respiraderos a la torre, acción orientada por el Consejo de Defensa Municipal. Los trabajos de desmonte están previstos que los realice una brigada constructora especializada”, comentó la también delegada de la circunscripción 14.
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