Uno de los procesos de mayor relevancia para el Estado cubano y su población laboral acontece por estos días con la actualización y/o confección del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT), ejercicio previsto para concluir el 31 de marzo, tras su inicio oficial el pasado mes de enero de 2021.
Rogelio Leyva Castellanos, secretario general del Comité Municipal de la Central de Trabajadores de Cuba en Matanzas, aseguró que “las transformaciones acontecidas en el escenario económico y laboral imponen afrontar con calidad un momento como este, esencial en la vida de las entidades y de su población laboral”.
El dirigente sindical declaró a la web de la emisora Radio 26 que la actualización se realiza debido a la fecha de vencimiento de los CCT e incluso de algunos lineamientos hoy en revisión por haber caducado, los cuales deben volver a negociarse con los sindicatos nacionales.
Según Leyva Castellanos, el CCT debe utilizarse como instrumento efectivo en el proceso laboral a fin de mejorar las condiciones de trabajo en correspondencia con el encargo estatal, el cumplimiento eficiente del plan económico y la materialización de los compromisos concertados entre empleadores, sindicatos y empleados, todos en su rol de actores económicos y sociales.
De acuerdo con el Código de Trabajo, “el CCT no puede ser un documento muerto ni formal, sino un traje a la medida de cada centro, cuya correcta elaboración y chequeo permanentes devienen la clave para que pueda ejercer un papel decisivo”.
Leyva Castellanos manifestó que el proceso de actualización impone retos asociados a las 15 últimas medidas aprobadas para la empresa estatal socialista, a las que se suman a otras 28 destinadas a dinamizar y dar autonomía al sector encargado de la producción de bienes y de servicios.
Aspectos relacionados con la distribución de utilidades deben transformarse en el CCT, lo que implica, precisó, revisar los reglamentos de distribución a partir de suprimirse la restricción del tope para pagar.
Enfatizó Leyva Castellano en un elemento esencial en la nueva concepción del reparto trimestral de las utilidades: “Anteriormente los trabajadores penalizados no tenían derecho a recibirla y hoy se le da la facultad al Consejo de Dirección, en consulta con el sindicato, a autorizar a quienes hayan sido sancionados durante el año y merezcan acceder a cobrarlas”.
Alertó sobre la necesidad de plasmar en el CCT los planes de medidas de ahorro y, en particular, los reglamentos de los sistemas de pago, toda vez que con esta reforma salarial se perdieron las formas remunerativas por resultados y se queda solo el destajo, algo que debe ser revisado al detalle, consideró.
“Hay otros elementos que consideramos importantes y se relaciona con la necesidad de que se deje constancia en los CCT de los puestos laborales que ya podemos considerar como definitivos para ejercer el trabajo a distancia y cuáles de forma temporal”.
El secretario general de la CTC en el municipio de Matanzas insistió en la importancia que los trabajadores deben dar al CCT, pues deben “comprender que en el instrumento jurídico se plasman sus derechos y deberes, las obligaciones del empleador y las funciones de la organización sindical en cada lugar. Por tanto no puede verse como algo ajeno”, sentenció.
Analizado con frecuencia en los secretariados de la CTC en el Comité Provincial de Matanzas, Trabajadores tuvo acceso a un informe presentado en el segundo semestre del 2020, donde se revelaron saldos positivos en colectivos trascendentes por el óptimo uso de la herramienta y la cara contraria allí donde el CCT no se utiliza en toda su dimensión.
El muestreo realizado a 33 de 403 CCT vigentes, que incluyó visitas a las entidades de mayor impacto económico-social, arrojó la falta de elementos para llegar a un CCT abarcador y objetivo, cuadros sindicales con desconocimiento de lo que recoge la Ley en cuanto a este tipo de instrumento jurídico y su aplicación adecuada, CCT desactualizados, así como también aspectos inscritos que se mantenían sin solución.
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