El incremento de las capacidades para el ingreso de los contactos de casos positivos al SARS COV2 es una de las medidas puesta en vigor en la suroriental provincia santiaguera para frenar el avance de la enfermedad respiratoria.
Según muestran las estadísticas, los contactos de confirmados son predominantes en el elevado número de santiagueros con la COVID-19, de ahí que la decisión de recluirlos en instituciones acondicionadas para tales casos debe contribuir a reducir la tasa de incidencia del patógeno.
En declaraciones a la emisora provincia CMKC, Radio Revolución, la Dra. Elizabeth Oller, directora provincial de Salud, en funciones, dijo que se abrieron nuevos centros de aislamientos con capacidad para acoger a más de 2 mil personas y existe disponibilidad de recursos humanos y materiales necesarios para la atención médica.
Se estima que los aislados permanecerán en tal condición entre seis y siete días, período en el cual deben recibir el resultado del PCR y por consiguiente el alta médica, o el paso a una institución hospitalaria, según corresponda.
En consonancia con la fase epidemiológica de transmisión autóctona limitada establecida en Santiago de Cuba se cumplen y hacen cumplir otras medidas que favorecen el distanciamiento físico, la permanencia de las personas en sus hogares, el uso obligatorio del nasobuco, la restricción de movimiento, así como el teletrabajo.