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Compromiso de acero (Especial)

Fue sobre todo curiosidad lo que concentró a aquellos pobladores de La Habana colonial en la mañana del 19 de noviembre de 1837 en la estación provisional levantada en Oquendo entre las calles Estrella y Maloja para ver partir rumbo a Bejucal, bajo un torrencial aguacero, a la primera locomotora que circulara en esta Isla.

 

Una revista ilustrada de la época recogió el dibujo el júbilo popular ante la novedad. Imagen tomada de cubaperiodistas.cu

Bajo sombrillas y paraguas, aquellos rostros asombrados no podían saberse testigos del inicio de una historia sobre rieles que inscribía a Cuba como primer país de Iberoamérica y séptimo del mundo en introducir ese medio de transporte y, con el andar del tiempo, quedaría matizada por el sentido de pertenencia, el orgullo y el compromiso de los trabajadores ferroviarios cubanos.

Sin embargo, 138 años después, sí que existía el convencimiento de la entrega y laboriosidad de ese gremio entre los cientos de cubanos asistentes a la inauguración en Placetas, Villa Clara, de los primeros 25 kilómetros de línea férrea entre Oliver y Calabazar, como parte de la reconstrucción de la Línea Central de Ferrocarriles, una de las mayores obras emprendidas por el país en esa etapa.

 

 

Aquel 29 de enero de 1975, el Comandante en Jefe Fidel Castro operó la locomotora soviética M62-K número 61602 sobre el nuevo tramo de línea y, en su discurso, calificó al transporte ferroviario como insustituible debido a las dimensiones de la Isla, larga y estrecha, donde –dijo- ningún sistema de transporte podía superar al ferrocarril, lo mismo para trasladar cargas que pasajeros.

A partir de esa emblemática jornada quedó instituida esta fecha como Día del Trabajador Ferroviario.

 

Aunque duro, el 2020 también anduvo sobre rieles

En el año que terminó, a pesar de la doble tenaza del bloqueo impuesto por el gobierno de EE.UU –recrudecido con un rigor y crueldad inéditos hasta entonces- y de la pandemia de Covid-19, la transportación por ferrocarril logró mantener la vitalidad del movimiento de cargas en esas complejas condiciones.

 

Foto: tomada de Escambray.cu

 

A lo largo del país son muchas las experiencias que nos dejan los meses de pandemia. Hoy, muchos de los principales directivos y trabajadores ferroviarios cada día inician la jornada laboral apenas sin salir el sol y permanecen en sus puestos hasta iniciada la noche, convirtiendo los sábados y domingos en jornadas normales de labor. Solo así es posible, en las actuales condiciones, darle seguimiento y asegurar el cumplimiento de los principales planes de producción”.

Así resumía el Director de Operaciones de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, Inocencio Alejandro Castillo, una arista del duro y sacrificado quehacer del sector, al pasar balance al año de trabajo y fijar metas y compromisos para el actual calendario.

“Queda demostrada –subrayaba- la capacidad de los ferroviarios para resistir, enfrentar retos, desafíos y buscar soluciones; fortalezas y valores que tenemos que transformar en modelo de actuación en el trabajo diario, multiplicarlos y sumarlos al permanente vínculo con la base, allí al lado de los trabajadores, escuchándolos, intercambiando con ellos y divulgando las mejores experiencias”.

Con ejemplares y anónimas experiencias ha quedado jalonada la labor de los trabajadores ferroviarios, a quienes ha distinguido desde siempre su sentido de pertenencia.

Así lo ratificó Virgilio Lores, quien, hace más de cinco décadas, se vinculó al mundo de los ferrocarriles cuando tenía 17 años y el 29 de enero del pasado 2020 figuró entre los Cincuentenarios reconocidos en Guantánamo por el Ministerio de Transporte, según reportó nuestro periódico el pasado año.

 

[box title=» Puede ver: Cincuentenarios reconocidos por el Ministerio de Transporte» box_color=»#3b48f9″ title_color=»#ffffff»]

“Solo duré 17 días jubilado, necesitaban de mi y regresé a asesorar al Ejército Juvenil del Trabajo en las tareas de reparación. Hoy todo ha cambiado y creo que independientemente a la compra de equipos y la modernización de nuestros ferrocarriles, nos hace falta rescatar el concepto de la disciplina ferroviaria y enseñar a los jóvenes a amar la estación como su propia casa”, refiere Virgilio.

Virgilio Lores, Nelson Duporté y Gerardo Mansfarroll (de izquierda a derecha).

 

Por su parte, Gerardo Mansfarroll inició como Auxiliar-ayudante de Maquinista y luego de cursos, unidos a la curiosidad propia, condujo por primera vez un tren. Suma 51 años de labor en la Estación Principal de Guantánamo, donde se desempeña como Maquinista- Instructor y Profesor Adjunto de la Escuela Ferroviaria.

Allí cuenta que “es un orgullo formar a los más jóvenes en el talento, la disciplina y la pasión por la profesión. El ferrocarril requiere de exigencia, tenemos un reglamento ferroviario y ahí está la clave de la responsabilidad, en cumplir con esfuerzo las tareas…No pensé nunca en llegar a cincuentenario, pero aquí estoy, hasta que mi salud y capacidad me lo permitan.” (Por Adriana Rojas Preval) (Texto completo)

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Garantizando vitalidad a la economía

Además de asegurar los traslados relacionadas con la canasta familiar normada, para garantizar la vitalidad económica del país los trabajadores ferroviarios han asumido transportaciones en tráficos no planificados, incluso acercándolas a los almacenes minoristas y también posibilitando el movimiento de materias primas y productos terminados, entre otros.

 

Foto: ACN

 

Gracias a la entrega de estos hombres y mujeres, la Unión de Ferrocarriles de Cuba posibilitó, en la medida que las condiciones epidemiológicas lo han permitido, el desplazamiento de viajeros, y también se ha insertado con buenos resultados en la actualización de la forma de gestión Puerto-Transporte-Economía Interna, en la que han asegurado, al decir del Director de Operaciones de la Unión de Ferrocarriles de Cuba, más del 25% del tráfico de transportaciones de cargas entre todos los transportistas del país.

 

 

Aun en medio de tantas limitaciones, con el nuevo coronavirus rondando peligrosamente, estos trabajadores contribuyen no solo a que la economía del país no se detenga, sino, desde sus diversas posiciones, han aportado también su inventiva y espíritu innovador.

Suman muchos quienes así han actuado, pero como siempre hacen falta nombres propios, vale mencionar al menos un ejemplo, el del Taller Ferroviario Mario Domínguez Regalado, de Caibarién, Villa Clara,  único de su tipo en el país y donde, desde el 2013 y hasta octubre del pasado año habían remozado 185 vagones.

A su quehacer se debe el remozamiento del conocido Tren Espirituano, que usualmente transita de La Habana hasta la tierra del Yayabo y viceversa, y quedó como de estreno luego de ocho meses de trabajo.

 

 

[box title=»Puede ver: Los hermanos De Armas; Carbó y el relevo» box_color=»#3b48f9″ title_color=»#ffffff»]

Víctor Carbó Rodríguez, jefe del grupo técnico del Taller Ferroviario Mario Domínguez Regalado, se ha destacado como innovador, su pensamiento ingeniero lo ha hecho adentrarse en este proceso que incluye desarme, defectación de averías y reparación, no solo mecánica sino también de la carpintería, la red hidráulica, sanitaria, la iluminación.

“Nada nos asusta, ni que lleguen bien desguazados, así nos gusta más, para que luego se vea bien la diferencia. La maquinaria es muy antigua. Imagínese, hay equipos de 1905 que aún están funcionando. Hemos arreglado coches que fueron fabricados entre 1959 y 1965. Hacemos la maravilla del confort y la elegancia, y estos coches quedan de primera”, aseguró.

Carbó, Jeibel y Osvaldo artífices de esta recuperación.

Jeibel Pino Reina es un joven ingeniero mecánico, graduado en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, quien confesó haber llegado a ese mundo lleno de entusiasmo y hoy es considerado el relevo vital. Secretario de la UJC e ingeniero principal de la brigada de fabricación, afirmó: “El compromiso del colectivo y la dedicación y entrega de todos da fuerzas para emprender y entender este mundo”.

Dicen que Reynaldo de Armas Surribas, director del Taller desde hace casi dos décadas, anda desde pequeño por ese sitio. Su hermano Osvaldo es un patrimonio viviente, lleva 53 años en la reparación de trenes. Tiene los secretos para armar y desarmar ruedas, enganches y calibrar cada pieza… pero reconvertir coches motores ya sin uso en otros de arrastres fue un reto.

“Entre todos pensamos y analizamos lo que había que hacer. Hicimos lo que creían imposible y el colectivo comenzó a tener éxito y a destacarse nacionalmente. Son hombres de honor. Y aunque ya casi no puedo por mi edad, no pienso retirarme, creo que aún mi experiencia es útil y seguiré dando batalla.

“Esta es mi casa, mi infancia y mi vida, pero el éxito está en renovarse, emplearse a fondo, atender al hombre. Tenemos la Bandera 80 Aniversario de la CTC, la de Proeza laboral, Vanguardia Nacional por varios años, pero tenemos que seguir poniéndole ruedas firmes al ferrocarril cubano, como fue recientemente recuperar el tren espirituano.” (Por Lourdes Rey).  (Texto completo) [/box]

 

Saludo productivo en Santiago de Cuba por día del ferroviario

Por Betty Beatón Ruiz

Los hombres y mujeres de la provincia santiaguera que laboran entre trenes y rieles llegan a este 29 de enero, marcado en el calendario como Día del Trabajador Ferroviario, con la satisfacción de estar entre los más destacados del país e imbuidos en la construcción de dos ferrobuses para apoyar la transportación de pasajeros.

 

Foto: tomada de TVeo

 

Tal saludo productivo lo realizan obreros de los talleres de los municipios de San Luis y Palma Soriano, quienes dedican intensas jornadas a la adaptación de ómnibus de la marca Diana, que ya cumplieron su vida útil en el servicio urbano y se adaptan para seguir rodando, ahora por la vía férrea.

Según informó a TrabajadoresYanelexis Cintra Vicet, secretaria general del gremio de los transportistas en la localidad sanluisera, en estos momentos están empeñados en la reconversión de dos guaguas, y existe plena disposición de asumir cuantas sean necesarias.

 

Foto: tomada de TVeo

 

En el proceso de creación de los ferrobús ha sido determinante el papel de los innovadores y racionalizadores de los talleres de San Luis y Palma Soriano, quienes en medio de las limitaciones materiales que impone el bloqueo de los Estados Unidos y el azote de la COVID-19 no han dejado de buscar soluciones para avanzar en la misión.

Los dos primero de estos medios rodarán por las vías que enlazan zonas intrincadas de la geografía de San Luis y Palma Soriano, entre ellas Dos Caminos-La Abundancia y Dos Caminos-La Carolina.

 

Compromiso de acero

Lo mismo como maquinistas que conformando la tripulación de los trenes, igual los mecánicos que los operarios en talleres o en la reparación de vías, lo mismo en agencias de viaje que en otros espacios laborales vinculados a este quehacer, los ferroviarios llegan a este día con la satisfacción de tanto esfuerzo desplegado en bien de la economía cubana y su pueblo trabajador.

 

Locomotoras chinas llegadas a Cuba, en el patio de los Talleres de Ciénaga. Foto: ACN

 

Foto: tomada de Vanguardia

Su entrega y dedicación han sido tradicionalmente reconocidos por la CTC y en particular por el Sindicato Nacional de Transporte y Puertos, por el Ministerio del sector y la Unión de Ferrocarriles de Cuba, desde el convencimiento colectivo de que las vidas de los trabajadores ferroviarios marchan en paralelo con las líneas del ferrocarril y su compromiso lleva el temple de ese acero.

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