Arreglos florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Partido, de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, presidente de la República, de Esteban Lazo, presidente del Parlamento y del Consejo de Estado, así como del pueblo de Cuba, fueron colocadas junto al túmulo funerario que guarda los restos de José Martí.
Para el homenaje al Apóstol, en ocasión del 168 aniversario de su natalicio, se dio cita en el mausoleo que perpetúa su memoria, en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia de la ciudad de Santiago de Cuba, una reducida representación de santiagueros.
Teniendo en cuenta la compleja situación epidemiológica que vive el país y esta suroriental provincia, en fase de transmisión autóctona limitada por la COVID-19, el tributo en el camposanto no contó con la masiva presencia de niños, adolescentes, jóvenes, hombres y mujeres, quienes tradicionalmente acuden con flores frescas para honrar al Maestro.
En esta ocasión la evocación al Héroe Nacional se hace desde otras dimensiones del sentimiento patrio, ese que se aviva en consonancia con la grandeza del legado martiano, vigente en la cotidianidad de los cubanos.