Con el fin de hacer avanzar el país en medio de la crisis que hoy enfrenta el mundo ante la cada vez más agresiva presencia de la pandemia de la Covid-19, agravada aquí por la agudización del criminal bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos durante más de seis décadas, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, convocó de “forma inmediata a una reacción de trabajo para transformar la economía haciendo cosas distintas”.
En respuesta a este llamado, un economista devenido chofer de la Agencia de renta de autos del Aeropuerto Internacional José Martí, Pedro Calzada Medina —por todos conocido como Pedrín—, durante su periodo de confinamiento para evitar el contagio del virus, hizo un proyecto de implementación de la estrategia de desarrollo económico-social, aplicable a su empresa, el cual, hasta ahora, ha obtenido múltiples elogios y reconocimientos, entre estos el Premio Relevante (2020) de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (Anec), de la cual es miembro en el municipio de Centro Habana, y el de Trabajo Relevante en el Primer evento científico del turismo, organizado en Cienfuegos por el Ministerio del Turismo (Mintur) en el mes de octubre pasado, ocasión en que la editora de la Universidad de esa provincia se interesó en publicarlo.
La propuesta de este destacado trabajador, afiliado al Sindicato del Turismo, se sustenta en su sólida formación como economista, aunque actualmente no se encuentra vinculado a este ejercicio.
De ponerse en práctica su trabajo, fundamentado y objetivamente aplicable, pudiera generar más de 35 millones de pesos en moneda libremente convertible al año, y una cifra notable en el aporte del uno por ciento a la contribución del desarrollo local,
Según Pedrín su iniciativa igualmente fue estimulada por la exhortación hecha por el ministro de Economía a los miembros de la Anec de acometer fórmulas avaladas por la academia que permitan el desarrollo sostenible de las entidades, no solo en sus entornos, sino igualmente fuera de estos, y que puedan repercutir e incentivar la actividad de similares instituciones en otros territorios del país.
En tal sentido, las observaciones de este chofer-economista beneficiarían los encadenamientos productivos, la creación de nuevos empleos, la reformulación estructural, la organización del trabajo y sistemas de pagos a destajos, además del incremento del mercado y el incentivo laboral, sin general trabajadores disponibles.
La idea, acogida con entusiasmo por sus compañeros, así como por el sindicato y la administración de su centro, propone, además, que se estudie y modifique la actual formulación económica financiera (créditos al leasing) para la adquisición de los medios de transporte necesarios para garantizar el servicio de rentas, pasar a la forma de gestión de empresa mixta la actividad de talleres y a cuenta propia el fregado de autos, y a la vez establecer un programa a corto y mediano plazo en el eficaz cumplimiento de los Lineamientos 263 y 278 del PCC , en concordancia con los principios de la estrategia económica y social para impulsar la economía aprobada el 17 de julio del 2020.
Con el fin de argumentar su proyecto, Pedrín también indagó en otros documentos y normativas, entre estas tuvo en cuenta lo planteado en los capítulos III (sobre turismo), XIV (comercio exterior e inversión extranjera), XV (sistema financiero) y XVI (empleo y salario), contenidos en el tabloide especial publicado el pasado mes de julio por el Ministerio de Economía y Planificación bajo el título de Cuba y su desafío económico y social.
De tal modo, la aplaudida iniciativa permitiría, dijo, “que con la misma cantidad promedio de vehículos (año base) fuera factible incrementar del 57 y hasta el 95 por ciento, el Coeficiente de Disposición Técnica (cantidad de carros disponibles para trabajar), además de propiciar un aumento de los ingresos y el tributo al desarrollo territorial (local) y el uso eficiente de los medios a través de un mejor registro en la rentabilidad”.
El entusiasta trabajador de la Agencia de rentas de autos del Aeropuerto enfatizó que “en estos momentos el país necesita fortalecer una vigorosa cultura sobre la implementación de la estrategia económica y social; sin la cual no será posible alcanzar los objetivos trazados por la dirección del país para hacer realidad nuestro desarrollo sostenible. Para esto es preciso consolidar también una cultura del detalle, que haya belleza en todo lo que se haga, con eficiencia, sin chapucerías”.
Asimismo subrayó que para poder avanzar “se impone el diálogo fraterno, en el que todos participen en el conocimiento y solución de los problemas. Debemos luchar porque exista una real y positiva interconexión entre el sector empresarial, la academia, la ciencia y la innovación. El trabajo y el sentido de pertenencia de nuestros bienes de trabajo forman parte de esa innovación en el sector empresarial.
“Ya tenemos —agregó—una enorme obra social consolidada por la Revolución; pero para alcanzar la justicia social a la que aspiramos, hay que tener una afianzada economía y eso está en manos del sector empresarial y los trabajadores, encargados de producir los bienes y servicios y conducirnos más rápido a la prosperidad que nos hemos propuesto como visión de nación”.
Pedrín afirma que en la realización de este empeño se despertó en él “algo que no sabía que poseía como persona, el amor de crear en temas económicos, en esta vertiente tengo otras cosas escritas, porque mi sueño es que mi país sea próspero y sostenible y que nunca se pierda nuestra soberanía”.
Subrayó, además, el apoyo que “he recibido de mi esposa, Elia, una gran artista de la moda, fundadora del Proyecto de diseños textiles Triel, así como de sus cuatro hijos, nieta y yerno
“Si yo no hubiese tenido —apuntó— una cultura económica y una inquietud revolucionaria, no hubiera podido hacer este proyecto que ahora aguarda por su estudio integral de parte de los decisores. Mi mayor anhelo es que algún día los decisores analicen de forma integral esta idea y puedan ponerla en práctica”, dijo el destacado economista-chofer.
