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La apuesta de Cuba sigue siendo por la VIDA

Por: Yaima Puig Meneses/ Presidencia Cuba

 

“¡Ahí vienen los médicos cubanos!”. Así evoca el doctor Alexander Durán Flores que le escuchó decir a una enfermera filipina aquella madrugada en la Zona Roja de un hospital de Qatar, un área donde por los medios de protección es muy difícil reconocer quién puede estarte examinando.

 

Foto: Estudios Revolución

 

“¿Por qué lo sabe, por el acento de inglés?”, quiso conocer el galeno guantanamero, tal vez buscando alejar algún tipo de broma sobre la manera en podían comunicarse.

“No, porque son los médicos cubanos los que tocan a los pacientes”, recibió como respuesta.

Alexander habla y en su voz todavía se descubren las emociones. Porque a pesar de tanta tecnología de punta y exámenes maravillosos, detalla, allí nadie tocaba a los enfermos, y nosotros los examinábamos, les transmitíamos calma y confianza en la atención médica.

Alexander es uno de los 360 colaboradores de la salud, integrantes de seis brigadas Henry Reeve, que recientemente culminaron sus misiones en Kuwait, Qatar, Perú, Guinea Bissau, Kenya y Sierra Leona, con quienes este sábado se reunió el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. El encuentro se desarrolló de manera virtual desde el Palacio de la Revolución, cumpliendo con los protocolos establecidos para la situación epidemiológica en que se encuentra el país.

Hoy vamos a realizar este encuentro a distancia, les había dicho poco antes el Jefe de Estado cubano al saludarlos a través de la videoconferencia, “pero eso no quita todo el afecto y toda la admiración por el trabajo realizado”.

Justamente sobre afectos, entrega, responsabilidad, crecimiento, lecciones, solidaridad y mucho más, habló luego una decena de colaboradores que, en representación de sus colegas, transmitieron experiencias personales y profesionales, y contaron sobre los muchos riesgos y emociones que estas misiones significaron en sus vidas.

“El gran reto en todo momento fue salvar la vida del paciente”, aseguró el especialista en Medicina Interna Jorge Alberto Castro Cordero, quien a los 32 años asumió en Guinea Bissau su primera misión internacionalista. Y para ello, definió, resultó esencial el trabajo en equipo, manera de hacer que distingue el empeño de los galenos cubanos.

El idioma, el clima, la tecnología, la diferencia de protocolos y muchas otras barreras fueron franqueando en esos complejos meses de enfrentamiento a la COVID-19 nuestros profesionales, y aunque cada una constituyó una nueva adversidad, ninguna se convirtió en un obstáculo para ellos.

De esas certezas contó también el especialista en Medicina General Integral Santos Huete Ferreira, quien con regocijo recordó cómo supieron ganarse un espacio entre el pueblo kuwaití, que una y otra vez agradecía a su paso por la esmerada labor que allí realizaban.

La “sister cubana” nos decían en el pueblo, rememoró la enfermera Gladys Berta Fernández Álvarez, quien consideró sus meses en Kuwait como una gran experiencia personal y sobre todo profesional, pues fue “una oportunidad para demostrar nuestros conocimientos en la tecnología de punta y aplicar la teoría que en ocasiones no habíamos podido llevar a la práctica”.

“¿De Cuba, de la Cuba de Fidel?”, recuerda la especialista en Cardiología Mirta López Ramírez que le preguntó en una ocasión un paciente en Kenya. Al igual que ella, muchos otros colaboradores señalaron cómo en diversos lugares era recurrente que al verlos los nativos rememoraran a Fidel.

Tal vez por eso, el especialista en Medicina General Integral Ulises Gómez Soler consideró el desafío histórico como uno de los más grandes vividos en Perú. “Tienes que atenderme bien, porque por mi sangre corre sangre cubana”, comentó que le dijo un anciano al que trataba de COVID-19 poco después de llegar a esa hermana nación.

Ante su evidente sorpresa, supo entonces que aquel señor había recibido una de las miles de donaciones de sangre que hicieron los cubanos para salvar vidas peruanas en 1970, cuando un demoledor terremoto dejó allí miles de víctimas mortales, numerosos heridos y desaparecidos, y decenas de comunidades arrasadas.

“Estoy vivo porque dos veces llegaron ángeles cubanos a salvarme”, cuenta el santiaguero que le agradeció el abuelo peruano, y su corazón se llenó de sano orgullo.

Y es que Cuba es, en su esencia misma, una gran brigada que apuesta desde cualquier lugar del mundo por la vida.

 

Cuba salva vidas y entrega amor

Valiosas reflexiones, nacidas de la emoción que se vive siempre en encuentros como este, compartió luego con ellos el Presidente Díaz-Canel, quien estuvo acompañado desde el Palacio de la Revolución por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz; el viceprimer ministro Roberto Morales Ojeda; el titular de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda; y otros dirigentes del Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas.

Estar con ustedes es un momento enaltecedor y resulta mucho más emotivo resulta escucharles contar sus vivencias que leerlas en la prensa, les aseguró el mandatario, quien en más de una ocasión recordó cuán valiosas han resultado  las experiencias de la Henry Reeve para enriquecer nuestros protocolos de actuación en el enfrentamiento a la epidemia.

Sobre lecciones y aprendizajes les habló, también sobre el orgullo de un país por el ejemplo y la entrega con que han asumido el reto de hacer frente a la pandemia en tan complejos escenarios internacionales.

En materia de lección –subrayó- con la actitud y el aporte de ustedes se ha demostrado que se derrumban las campañas imperiales basadas en la mentira y la amenaza, que es tratar de desprestigiar y minimizar la importante labor de solidaridad y colaboración que desarrollan nuestras brigadas Henry Reeve.

Su ejemplo en estas misiones ha impedido que logren este propósito, enfatizó. Con lo que ustedes representan y también con lo que ustedes hacen, se demuestra que hay relaciones y componentes, alejados de principios neoliberales, que son los que ayudan y pueden de verdad dar una opción para construir ese mundo mejor al que todos aspiramos.

A ellos comentó sobre la estrecha unidad con que se ha trabajado entre el pueblo y el Gobierno cubanos para asumir los numerosos retos que han significado estos complejos meses.

La calidad humana de nuestro pueblo, enfatizó, se expresa en una mayor dimensión en ustedes, cuando van a cumplir con estas misiones que se desarrollan en un escenario de total complejidad y donde la calidad humana y profesional supera los obstáculos y deja una huella de afecto, de gratitud y de ejemplo que es reconocida por todos con los que han compartido y a quienes han atendido.

Al referirse a la repudiable y ridícula decisión de la administración norteamericana de incluir a Cuba en su lista unilateral y espuria de países que auspician el terrorismo, manifestó que Cuba, víctima del terrorismo durante muchos años, lo que está auspiciando, lo que está entregando, es solidaridad, colaboración y humanismo, lo que está haciendo Cuba es salvando vidas y entregando amor.

Sobre aprendizajes habló también el Jefe de Estado, quien reconoció el sentido con el que se ha trabajado para enfrentar la pandemia, tanto dentro como fuera del país, porque en la obra revolucionaria, lo fundamental son los seres humanos, y por encima de cualquier enfoque económico o de otra índole, cuando fuimos a enfrentar la COVID-19 siempre predominó el objetivo de cómo salvar a nuestro pueblo y garantizar seguridad en medio de la epidemia.

A su vez, explicó acerca de los muchos esfuerzos realizados en Cuba para contener la epidemia; el constante perfeccionamiento de los protocolos sanitarios; el trabajo en equipo que se ha consolidado durante todos estos meses; la importancia de los tres pilares definidos para la gestión gubernamental: la ciencia y la innovación, la comunicación social, y la informatización de la sociedad; así como el nuevo desafío que implica superar este nuevo brote de la epidemia que en estos momentos vive el país para lo cual contamos también con el aporte de sus valiosas experiencias.

“Una vez más bienvenidos a la Patria”, les dijo tras confirmarles el orgullo que significa contar “con personas, con ciudadanos, con revolucionarios como ustedes”, que han sabido crecerse en medio de las más adversas circunstancias.

Cuba, definitivamente, sigue haciendo su apuesta por la vida, y nuestros colaboradores del contingente Henry Reeve bien saben cómo defenderla.

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