Dentro de los Comentarios Digitales en el sitio web de Trabajadores hay diversos puntos de vista: unos toman en cuenta la subida de precios sin un balance con los nuevos sueldos, pero también hay comparaciones, aunque en unos casos consideran que exceden a los ingresos.
Y no solo en este sitio digital, sino en todas las plataformas de redes sociales en Internet ha habido cabida para las opiniones más diversas, al igual que en las tertulias callejeras o en debates entre familiares, amigos y colegas en centros de trabajo o estudio.
Que se atienden los criterios es apreciación generalizada, y que es mejor vestirse despacio por estar de prisa, también es opinión que cobra fuerza al observar que una acción está entretejida con otra.
Como nunca antes, el viejo objetivo del movimiento sindical de lograr la educación económica de los trabajadores se está alcanzando desde el anuncio de la Tarea Ordenamiento a finales del pandémico 2020.
Afortunadamente, hay señales de que la esencia de las acciones emprendidas desde diciembre pasado con los salarios y los precios aplicados desde enero son interpretados correctamente, pues a partir de esos meses centenares de personas solicitan empleo.
El desdén con que era tomado el trabajo desaparece ante el propósito de que sea fuente de satisfacción de necesidades, aunque nunca se fija un monto para cubrirlas todas, pues debe quedar un margen para lograrse con el esfuerzo y el ascenso.
Estudiar para lograr mejor preparación, así como laboriosidad con vistas a elevar los rendimientos empiezan a recobrar fuerza para aumentar salarios a niveles en que puedan alcanzar los precios de algún producto o servicio a los cuales aspiran el trabajador su familia.
En resumen: muchos expresan preocupaciones, otros tantos manifiestan inquietudes, formulan propuestas y exigen reanalizar precios, pero a partir de posiciones como formando parte de un parlamento obrero para contribuir colectivamente a una correcta implementación de la Tarea Ordenamiento.
¿Por qué hay precios que no preocupan a los cubanos? Es una pregunta que Fernando Londres Domínguez, aclara en Facebook, al citar a Paula Marconi, quien dice:
¡Qué buen país es Cuba que están preocupados por el precio del helado y no están pensando en el costo de la matrícula para estudiar en la universidad, ni están preocupados por el precio de una consulta médica, ni por cuanto deberán pagar para acceder al sistema de salud, ni cuánto pagarán por una operación a corazón abierto!
Tampoco están preocupados por el costo de los libros de texto, ni por cuánto deberán pagar por el acceso de los hijos al sistema educativo, ni tampoco están preocupados por la hipoteca de la casa en la que viven…
¡Qué bueno preocuparse por el precio del helado…!
¡Conquistas de la Revolución Cubana y su pueblo!
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