El sindicato debe estar al tanto de las principales inconformidades de los colectivos para que pueda convertirse en un factor de prevención, análisis oportuno, información o rectificación donde sea necesario, expresó el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte de Nacimiento.
Al referirse a la implementación de la Tarea Ordenamiento en la occidental provincia de Matanzas, afirmó que el complejo proceso impone rediseñar el ejercicio de representación de derechos y de movilización inherentes al movimiento sindical, desde los mecanismos estatutarios y reglamentarios, para elevar la credibilidad y eficacia de la organización.
“El Sindicato solo podrá movilizar, explicar, negociar con la administración si sabe, si conoce, si estudia para cumplir óptimamente con sus misiones”, manifestó Guilarte de Nacimiento en el seno del Secretariado de la CTC yumurina, la primera de estas reuniones correspondientes al 2021.
Consideró que sigue siendo la capacitación asignatura pendiente e insistió en la necesidad de hacer coincidir los planes de temas con las transformaciones del escenario laboral, emplear novedosas alternativas tecnológicas y acudir a los expertos. Se trata, dijo, de aplicar la ciencia en función de garantizar eficiencia en los procesos productivos y de los servicios.
“En este nuevo contexto las asambleas de afiliados y de trabajadores son más útiles que nunca, por su posibilidad de incorporar un pensamiento colectivo a la búsqueda de esa eficiencia que generará un crecimiento en los ingresos de los trabajadores”.
Las diversas intervenciones en el Secretariado de la CTC aludieron a la reforma general de salario como uno de los principios de la Tarea Ordenamiento, que da respuesta al planteamiento más reiterado y generalizado de los últimos congresos obreros, que el año pasado tuvo expresión en el incremento de los salarios en el sector presupuestado, a lo que se añade las diferentes fórmulas remunerativas aprobadas en el sistema empresarial.
En el caso de la provincia de Matanzas, se informó, laboran en la reubicación de interruptos del sector turístico que no han podio retornar a su plazas por el bajo nivel de actividad, a la mayoría de los cuales se les gestionó la garantía salarial por seis meses más.
Se reiteró la necesidad de agotar todas las posibilidades de ubicación, mucho más ahora que la el Ordenamiento promueve incentivos para que el empleo se convierta en la vía de satisfacción de las necesidades personales y las familiares.
“No puede haber confusiones en los salarios. La gente tiene que saber cuánto va a ganar si cumple la norma y cuánto si la sobrecumple. Para eso debe haber total claridad con la aplicación de los sistemas de pago”, reflexionaba Guilarte.
Se refirió a los nuevos conceptos introducidos por la Tarea Ordenamiento en el día a día de las empresas, en las maneras de alcanzar la eficiencia, encadenarse mejor, exportar en fronteras y los incentivos que ello significa, entre otras alternativas que constituyen oportunidades.
Guilarte reflexionó sobre las inconformidades provocadas por altos precios en algunos productos y servicios. “Las empresas no pueden vivir de subir los precios para buscar ingresos. Deben tener un liderazgo en la satisfacción de las necesidades del pueblo y hacerlo con calidad, un principio de la Tarea Ordenamiento”, acotó.
“El movimiento sindical debe contribuir a lograr ese cambio en el pensamiento de la dirección administrativa”, señaló.
Llamó a elevar la calidad de los convenios colectivos de trabajo, a pensar su contenido, para que esa herramienta surta los efectos de su concepción. “Hay que despojarlos de tanta «muela» y ajustarlo como tuerca al actual escenario económico y al marco regulatorio existente”, expresó.
La difícil situación epidemiológica de Matanzas, que la llevó a retroceder a la tercera fase de la etapa recuperativa, constituyó motivo de debate. “Hay que evitar contagios en los centros laborales, especialmente en los de grandes concentración”, instó Osmar Ramírez, secretario general de la CTC en Matanzas.