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Colombia se desploma ante la mirada cínica y cómplice de Iván Duque

Colombia se desploma ante la mirada cínica y cómplice de Iván Duque, consideró la senadora e integrante del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria Común (FARC) de ese país, Sandra Ramírez, al conocerse el asesinato el pasado 30 de diciembre de Norbey Antonio Rivera, líder social de la zona del Cauca y como si no fuera poco el primer día del 2021 se confirmó el asesinato de una exguerrillera conocida como Yolanza Zabala Mazo quien se encontraba en proceso de reincorporación, en el municipio Briceño de Antioquia y solo tenía 22 años.

“¿Por qué tanto desprecio por la vida de quienes luchan por la vida, ll os territorios y la paz?”, se preguntó la senadora, mientras las FARC aseguró en su cuenta oficial en Twitter: “Primer día del año y ya contamos con firmantes de paz y líderes sociales asesinados, la matanza no terminó en 2020”.

Según alertó la FARC  de esta forma no solo se pone en riesgo el Acuerdo alcanzado en La Habana en 2016, sino la paz, la estabilidad, el sosiego del país en general pues solo al cierre del año 2020 se dio muerte a unos 309 líderes sociales, campesinos y luchadores de derechos humanos.

Lo peor es que al presidente colombiano durante el año que concluyó y en las primeras horas de 2021, le han preocupado más “los problemas” de Venezuela que los de su país, en los que no solo la pandemia de la Covid 19 ha arrancado vidas, porque cientos de miles de personas son ahogadas por la violencia, los bajos niveles de vida, el narcotráfico y los paramilitares. El sin embargo, se ha comprometido a seguir trabajando por “restaurar la democracia” y “derrocar la dictadura de Nicolás Maduro” en contubernio con sus aliados del Norte y del Grupo de Lima, aunque sería más correcto decir: recibiendo órdenes del imperio.

Quizás habría que preguntarse si también bajo las ordenes de Washington es que decidió de la forma más despiadada y discriminatoria no vacunar a los venezolanos residentes en su país contra la Covid 19, el acto más cruel, inhumanos y xenófobo que pudiera cometer un dirigente de un país contra una nación a la que le unen tantos lazos históricos y geográficos.

 

Impunidad para cometer crímenes de lesa humanidad

En respuesta a su decisión, el director de la Asociación de Colombianos residentes en Venezuela, Juan Carlos Tanus, recordó en una entrevista con Venezolana de Telecisión (VTV) que en Colombia reina la impunidad en más de 200 altos oficiales vinculados a delitos de lesa humanidad desde 1998 y que “esos casos cuentan con expedientes producto de las denuncias de las comunidades, familiares de desaparecidos o pobladores afectados o desplazados de sus regiones”.

Tanus confirmó que aunque se abran investigaciones, la Fiscalía encuentra  pruebas contundentes “pero el aparato político y el gobierno de Estados Unidos han impedido que eso avance, por eso Iván Duque, presidente de Colombia, actúa y vincula con estos delitos a nueve generales y altos oficiales de su gobierno. Además, los promueve al interior del ejército. Uno de ellos asociados con la educación y formación de los nuevos oficiales”.

Además del saldo humano de estos hechos, el director de la Asociación de Colombianos en Venezuela considera que se incluye negativamente en la formación de jóvenes oficiales y se ha fragmentado el Ejército e incluso, se han eliminado departamentos o facciones que no son de “agrado” de la cúpula gobernante,  y tampoco responden “a la necesidad imperiosa de la defensa del derecho a la vida, eso es motivo para ser sancionado”.

En este sentido, señaló que “no hay políticas del gobierno frente a los derechos humanos” y que en 2020 se vivieron además, grandes desplazamientos internos sobre todo de quienes huyen de la violencia y que ante las denuncias a la comunidad internacional “no hay nada concreto frente a una sanción que vaya mucho más allá del tema político con el presidente Duque”.

Para Juan Carlos Tanus, es importante que en la frontera entre Colombia y Venezuela exista “una legislación de orden estructural, teniendo en cuenta el desplazamiento interno y  la realidad colombiana” y a pesar de que los mal llamados medios de comunicación solo hagan referencia a los supuestos emigrantes que “huyen de la dictadura de Nicolás Maduro” de lo cual Iván Duque saca partida y “jugó el término de los políticos en el desarrollo de estrategias que finalmente pudieron consolidarse en el plano internacional, no solo en lo mediático “sino en la realidad, ya que Colombia tuvo 40 mil muertos por COVID-19 y muestran las deficiencias y dificultades que tiene la política pública hacia lo exterior y en términos mediáticos quisieron imponer matrices de opinión en contra de los migrantes de origen venezolano en territorio colombiano”.

 

Lo que se avizora

El panorama para el 2021 en Colombia no pareciera ser mejor pues los especialistas consideran que a los ocho puntos negativos del PIB en el que año que concluyó, se suman los más de 40 mil fallecidos por la Covid 19, las erróneas políticas en salud y decisiones en temas económicos y laborales que no se avizoran nada diferentes.

Así  lo confirma también el director de la Asociación de Colombianos residentes en Venezuela, al considerar que el decrecimiento económico que vive Colombia va a impedir que siga haciéndole creer a la comunidad internacional “que tendrá la capacidad para recibir por lo menos 500 mil venezolanos en su territorio, que es la cifra que consideramos debería haber de acuerdo con los indicadores que muestra Migración Colombia cada mes”, mostrándose además que “el fracaso que los Estados Unidos han impuesto, la expresión macondiana de Juan Guaidó, Leopoldo López, sumado a toda la expresión uribista ya fracasada”.

Al final de su dialogo con VTV, Tanus señaló que todavía hay expresiones desde lo económico local que intentan exacerbar corrientes de migraciones porque necesitan seguir manteniendo esa dimensión en el nuevo año: “Es mano de obra que compra mucho más barato y le pagan peor que a las circunstancias de los mínimos salariales en Colombia”.

Así las cosas, mientras Venezuela resiste cada bloqueo económico, cada campaña difamatoria y acoge a cientos de miles de venezolanos que regresan al país gracias al Plan Vuelta a la Patria, en vecina más cercana sigue imperando la violencia y el desatino aunque un Iván Duque tenga que seguir haciendo caso omiso a lo  interno de su país para mirar a donde le mandan y decir lo que otros le imponen. Duele Colombia. Cuánto desprecio por la propia vida.

 

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