Con la presión de la llegada del Nuevo Año y el cierre del término para la firma del acuerdo post Brexit entre Boris Johnson, Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y más reciente con España, concluye el proceso de casi un año de negociaciones.
La víspera de Navidad cerró un acuerdo que consiguió consensuar los derechos de pesca en la zona colindante y con ello se inició una nueva era de vínculos bilaterales tras 47 años de nexos con el bloque.
“Al rubricar este pacto, cumplimos el deseo soberano de los ciudadanos británicos de vivir bajo sus propias leyes, redactadas por su propio Parlamento elegido”, afirmó Johnson en un mensaje en la red social Twitter donde expresó igual satisfacción por el acuerdo firmado con España.
I wholeheartedly welcome today’s political agreement between the UK and Spain on Gibraltar’s future relationship with the EU. The UK has always been, and will remain, totally committed to the protection of the interests of Gibraltar and its British sovereignty 🇬🇮🇬🇧
— Boris Johnson (@BorisJohnson) December 31, 2020
Johnson y von der Leyen dirigentes, a nombre del Reino Unido y de la Unión Europea, dieron por concluido un largo período de negociaciones dispares y poco afables La Navidad trajo consigo el tan esperado acuerdo comercial post- Brexit.
Tras cuatro años de negociaciones y a falta de siete días para que expirara el plazo, la Unión Europea y Reino Unido alcanzaron un trato en el que solo está claro un detalle, preveer una salida más lesiva para ambas partes. Tal lo reflejan algunos medios, si bien el efecto de la separación definitiva aún es un tejido indescifrable y solo especulativo en el análisis del contexto y del discurso de los representantes.
Uno de los especialistas como Bernardo de Michel apunta: “La UE y el Reino Unido no están obligados a llevarse bien, pero no tienen más remedio que entenderse. Los británicos, como han resaltado conservadores y laboristas en el momento del adiós, seguirán siendo europeos. Y después de 47 años de desencuentros (1973-2019), tal vez el Brexit marque la cuenta atrás para un nuevo reencuentro” en tanto otros críticos del Brexit.
Por su parte, Von der Leyen destacó en un gesto de aliento por el futuro del euro, cuya creación aumentó las brechas entre Londres y Bruselas: “Este momento marca el final de un largo viaje”. El acuerdo nos dará “bases sólidas” a una nueva relación. “Finalmente podemos dejar atrás el brexit, Europa sigue avanzando”.
El pacto post-Brexit entra en vigor de forma provisional este 1 de enero y con él, el emporio británico retrocede en sus ventajas en el mercado de la Unión, y el status de la City en la región es un suspenso. A su vez, la Unión pierde un poderoso miembro del club, pero como efecto pandémico hoy está más cohesionada como bloque respecto a crisis anteriores.
No se puede perder de vista que la arrancada de la era post-Brexit gracias a la firma del texto con la UE y España, despeja muchas incertidumbres y, por encima de algunos aciertos, brinda aranceles cero. Entre un sinfín de interrogantes para el mercado laboral, el comercio, el flujo de poblaciones y otras esferas vinculantes solo los próximos meses pautarán lo que denota en el alba del nuevo año unas luces y no pocas sombras.
Boris Johnson aceptó que el acuerdo aún dista de sus ambiciones, y que por el momento solo se ha frenado el caos de las relaciones Reino Unido-UE. Al cabo de tantas citas para debatir intereses y sin definir muchos detalles en la construcción del nuevo mundo para la economía europea, ambas partes declararon a los medios que esperan sellar un Memorándum de Entendimiento antes de marzo.
Con el despegue del 2021, la salida a la pandemia de la Covid-19 sigue marcando los destinos y la Estrategia de gestión de crisis de las naciones del mundo. Tampoco la edificación de los nuevos tiempos de “soberanía” que anuncia como regalo navideño el conservador Johnson en Londres ha concluido en la definición de tópicos como las finanzas, la pesca, la movilidad, el comercio, los datos, la academia, el transporte…
Las empresas de cada parte deberán tomar acciones para prepararse, aprovechar las oportunidades y cambios que traerá la era post-Brexit, mientras la ex primera ministra Theresa May, quien fracasó en su proyecto separatista de la Unión, le recordó a Johnson y a los diputados conservadores en la Cámara de los Comunes que “soberanía” no es aislamiento.
Solo ahora, poco antes del fin de 2020, se consiguió cerrar la firma apremiante de un documento entre el Reino y la UE como aliados, fruto de un ineludible imperativo geográfico e histórico de casi un lustro, avivado por la creación del euro.
