Cargando...La Academia de Ciencias de Cuba emitió hoy una declaración sobre un reciente informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de los Estados Unidos (NASEM, por sus siglas en inglés) acerca de padecimientos de salud reportados por personal diplomático norteamericano ubicado en Cuba y en menor grado en China.
En el documento la institución científica cubana manifiesta su discrepancia sobre la conclusión final acerca de las causas de los padecimientos, aunque reconoce que el reporte (preparado por un prestigioso panel de científicos) avanzó en definir la caracterización médica de los padecimientos y emitió recomendaciones válidas.
El citado documento destaca que el Comité Permanente de NASEM hizo referencia frecuente a la dificultad de tener datos confiables sobre los síntomas de los pacientes, información clínica y sobre las exposiciones a posibles agentes causales.
Con el título de «Una evaluación de enfermedades en empleados del gobierno de EE.UU. y sus familiares en embajadas en el extranjero», el informe de los científicos norteamericanos afirma que el candidato más plausible al origen de los síntomas fue la exposición a ondas de radiofrecuencia.
A juicio de los expertos cubanos, esta afirmación no se respalda con evidencias directas, ni por un examen crítico de la literatura disponible, ni por el cuerpo principal del propio reporte, que exhibe contradicciones intrínsecas.
En el mejor de los casos, las ondas de radiofrecuencia deben considerarse una hipótesis sobre la causa de los padecimientos de salud, poco probable, y ciertamente no un hecho demostrado, apuntó la declaración de la Academia de Ciencias cubana.
El Comité Permanente norteamericano reconoce que los trastornos neurológicos funcionales y los factores psicógenos podrían haber jugado un papel importante en exacerbar y propagar en el tiempo los síntomas experimentados por los diplomáticos, lo cual es señalado por los científicos cubanos como la primera vez que un organismo estadounidense considera tal posibilidad, la que se ha postulado de manera convincente en la literatura científica como un factor contribuyente (y en algunos casos como causal) a estos incidentes de salud.
La declaración de los científicos cubanos afirma que durante los últimos dos años se han hecho públicas, incluso en fuentes oficiales, especulaciones incoherentes, con afirmaciones infundadas sobre ataques sónicos o de microondas contra diplomáticos estadounidenses, que generaron daño cerebral. Estas afirmaciones no han sobrevivido a la validación experimental o teórica, pero han generado mucha ansiedad y preocupación innecesaria.
En el documento, dado a conocer este martes en el Paraninfo de la Academia de Ciencias de Cuba, en esta capital, se recoge además la frustración de varias instituciones científicas (cubanas y estadounidenses) por no tener acceso a la información clínica necesaria para realizar una evaluación adecuada y expresa que los padecimientos reportados por los diplomáticos y sus familiares deben considerarse y tratarse como un problema de salud, no como una cuestión política.
El documento cita como ejemplos positivos la colaboración entre científicos cubanos y canadienses que estudian incidentes de salud similares, quienes han establecido una discusión productiva, organizado talleres conjuntos, y actualmente desarrollan un proyecto de investigación colaborativo para evaluar a las personas expuestas a plaguicidas en La Habana.
Científicos individuales de Estados Unidos han participado en discusiones por correo electrónico con la Academia de Ciencias de Cuba, y algunos participaron en el taller organizado por esta institución cubana en marzo de este año. El taller fue imparcial e incluyó a un postulante de la hipótesis de la radiofrecuencia.
Por último la Academia de Ciencias de Cuba reitera su voluntad de colaborar con la NASEM y otras contrapartes estadounidenses (lo cual se ha expresado reiteradamente en los últimos años), para comprender mejor los incidentes de salud que involucran a diplomáticos estadounidenses y sus familiares en La Habana.
(Tomado de ACN)
