Cienfuegos.— Bruno León Morejón siente especial orgullo de lo que hace. Es de esas personas que honran su profesión. Que recogen los humildes frutos de su entrega. Tal vez por eso asevera que haber sido elegido el mejor profesor de recreación de la provincia en el período 2019-2020 es un reconocimiento a la pasión por el trabajo.
“Disfruto lo que hago. Es una labor bonita. Entro en contacto con todos los grupos etáreos, y busco la forma de que las personas comprendan los beneficios de la sana recreación.
“Antes de emprender algún proyecto camino por la comunidad y veo cuáles son los juegos que más gustan. Siempre recordando que las preferencias no siempre coinciden”.
Afirma el residente en el Consejo Popular Real Campiña de Aguada de Pasajeros, que cuando se graduó hace más de 30 años lo ubicaron en su pueblo, razón que le impulsó a ser ejemplo.
“Imagínate la gente me conocía. Algunos desde que era niño, otros habían crecido conmigo. Era mi deber cumplir. Y lo he logrado”, sonríe, mientras se arregla la inconfundible camiseta del Barcelona que viste.
“Gozo la labor comunitaria. Llegar a los diversos asentamientos y repartir salud y alegría es algo necesario. Interactuar con abuelos, jóvenes y niños motiva, y te impulsa a ser creativo”.
Enfatiza sobre la necesidad de ser profesionales y humanos en cada tarea a realizar.
“He tenido alumnos que han rechazado algunos juegos. De ahí la importancia de impulsar alternativas. Buscar la motivación, ya sea con determinada actividad física, concurso o juego de mesa.
“Percibo que soy reconocido. Conozco padres que fueron mis alumnos y hoy traen a sus hijos a mis clases. Eso es un premio. Trato de inculcarles valores. Los mismos que me enseñaron a mí, y que por muchos años llevo repartiendo a varias generaciones”.
Bruno León se aferra a su responsabilidad social. Día tras día se abraza a la formidable esperanza del magisterio. Parcela que debe regarse con las dosis adecuadas de amor y decencia, para que de ella broten buenos y mejores seres humanos. El país lo agradece.