Eddy Martín, hermano, me cambiaste la seña, y te fuiste. Siento un profundo dolor. Hondo, allí adentro. Mis condolencias a tu esposa, tu hija, tu hermana, a todos los que te quisimos tanto. Vuela, tu luz te alumbrará eternamente. Te buscaré en las noches estrelladas. Descansa en paz.
Este es el mensaje que, en medio del desconsuelo, pude escribir hace unos minutos.
Me quedaron muchas cosas y facetas, que Eddy Martin protagonizó a mi lado. Cuando decidimos hacer un libro, la mente corrió veloz a las fotos de Eddy. Cuando llegó una buena entrevista, estuvo conmigo, en múltiples recorridos por provincias: por la agricultura, detrás de los ciclones; en eventos.
Me cuidó siempre en los viajes de varios días, botó las ranas de mis habitaciones; en cambio me preocupaba siempre por su alimentación.
Eddy visitaba la casa de mi padre con mucha confianza. Hablaba con mi padre como un hijo, estuvo siempre al tanto de mi hijo y luego de mi nieta.
Mi nieta fue el tema del chat del jueves. Lo noté alegre, cariñoso y tan preocupado como siempre!!!!
Sabía que Eddy estaba enfermo. Quise llevarlo al médico alguna vez, tratando de salvar a un hombre que merecía vivir mucho más y mejor. Pero no aceptó mi oferta. No se sentía enfermo y quería trabajar más.
Nos jubilamos casi juntos. Yo seguí en lo que me gusta hacer. Él se fue a su modestísima casita o apartamentico, y allí esperó, junto a su amadísima esposa, quien lo acompañó y lo cuidó en sus últimos años, su último minuto.
Murió un buen hombre. Lo garantizo. Salí en su defensa algunas veces; él salió en la mía otras. Nos queríamos, lo sé y nunca lo dijimos. Solo lo vivimos!
Y para este amigo sincero que se va, me queda darle toda mi luz, que junto a la suya, alumbrará siempre.
Eddy te tendré presente en cada vuelta de la esquina, de la campiña, detrás, en el asiento del carro.
Hace unos días, en Banao, volví a hablar de tí, hice el cuento de la foto del mudo, y recordé la última noche recorriendo mi Sancti Spíritus: en la Casa de la Trova, sentados en el paseo de Colón, el paso por la funeraria, se metió allí a hablar con los dolientes. En fin, Eddy Martin, estarás SIEMPRE!!!!!
[image_carousel source=»media: 238027,238024,238023,238022,238021″ crop=»5:4″ columns=»2″ adaptive=»no» align=»center» max_width=»750 px» captions=»yes» dots=»no» link=»image» autoplay=»2″ image_size=»medium»]