En la cárcel adonde fueron confinados Fidel y sus compañeros después de los sucesos del 26 de julio de 1953, fundaron la Academia Abel Santamaría. El objetivo no era otro que contribuir a la forja del pensamiento de los revolucionarios, y así el líder de la Revolución se lo escribió a Ñico López, quien se encontraba en tierra mexicana: “(…) no considero que en la prisión se pierda inútilmente el tiempo, por el contrario, aquí estamos preparando ideológica e intelectualmente la vanguardia y los jefes de nuestro movimiento”.
He ahí el germen de la Escuela Superior del Partido (ESP), que lleva el nombre del humildísimo y espigado trabajador del mercado de La Habana a quien se dirigió Fidel, que participó en el asalto al cuartel de Bayamo y en la expedición del Granma, y tras la dispersión luego de Alegría de Pío fue asesinado por el batistato, cuando solo contaba 24 años.
Tal fue el punto de partida de nuestro diálogo con Dianelis García Acosta, vicerrectora de Investigaciones y Posgrado de la ESP Ñico López, que este 2 de diciembre arriba a su 60 aniversario.
“En lo que actualmente es el teatro de la institución –recuerda– se creó, por iniciativa del Comandante en Jefe, la primera Escuela de Instrucción Revolucionaria conocida por sus siglas EIR.
“Después surgieron las Ebir, escuelas básicas que funcionaban en empresas y granjas, y que se fueron adaptando a cada momento histórico por el que atravesó la Revolución. Con el tiempo se instauró un sistema con tres niveles: la Escuela Superior que es el centro rector, donde se aprueban los programas nacionales; las escuelas provinciales y las municipales. Por ellas han transitado en estos seis decenios miles de revolucionarios: cuadros y reservas del Partido, de la Unión de Jóvenes Comunistas y de las organizaciones de masas.
“Hace un lustro fue reabierta la licenciatura en Ciencias Sociales en la modalidad semipresencial, para los dirigentes políticos que no tienen nivel universitario. Además de impartir diplomados y maestrías en estos momentos se desarrolla en la institución un doctorado en Dirección Política de la Sociedad, que está en su primera edición.
“La escuela desempeña un importante papel, ya que tiene como misión preparar a los cuadros que tendrán bajo su responsabilidad la conducción de la sociedad. Hoy no se puede dirigir sin dominar las herramientas de la dirección puestas en función de las transformaciones que necesita el país”, concluye Dianelis.
Apasionado por la economía
Carlos Manuel García Valdés, Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular del centro, nos hace olvidar por su dinamismo y buen humor sus 75 años, de los cuales 48 los ha dedicado como educador al Sistema de Escuelas del Partido, desde la base.
[image_carousel source=»media: 237378,237377,237376″ crop=»3:2″ columns=»2″ adaptive=»no» align=»center» max_width=»750 px» captions=»yes» dots=»no» link=»image» autoplay=»3″ image_size=»medium»]Su pasión por la economía política resulta contagiosa. Sobre su mesa de trabajo algunos de la veintena de libros de su producción científica, y otras decenas de publicaciones que se emplean en la docencia de los centros provinciales y municipales. Esa es una de sus grandes satisfacciones, también el placer que le causa impartir clases, en las que su disciplina se traslada a los alumnos de forma “antidogmática, interactiva, colaborativa y aplicada”, subraya.
[image_carousel source=»media: 237381,237382,237383″ crop=»3:2″ columns=»2″ adaptive=»no» align=»center» max_width=»750 px» captions=»yes» dots=»no» link=»image» autoplay=»3″ image_size=»medium»]La experiencia le permite aportar una interesante valoración sobre la docencia partidista ante los nuevos desafíos a los que se enfrenta la nación: “Desde hace algunos años la economía política, la filosofía, la teoría del Partido, la sociología, la enseñanza de la historia y otras disciplinas están mirando hacia la realidad con enfoques colaborativos. Se está construyendo de manera gradual un nuevo tipo de conocimiento denominado Dirección Política de la Sociedad.
“Fortalecer cada una de nuestras disciplinas, de base y esencia marxista-leninista, martiana y fidelista, para producir un conocimiento más interdisciplinar, de mayor impacto en la práctica de dirección de los cuadros políticos, es la forma concreta y mejor de pensar y actuar como país dentro del Sistema de Escuelas del Partido”.