Ofrendas a título del General de Ejército Raúl Castro Ruz y del Presidente de la República Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, fueron depositadas junto a la tarja que recuerda la heroicidad de Pepito Tey, Tony Alomá y Otto Parellada, caídos hace 64 años durante el alzamiento armado de la ciudad de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre de 1956.
A la memoria de ellos también se colocaron allí arreglos florales en nombre del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, así como de sus familiares y del pueblo de Cuba.
Cumpliendo con rigor las medidas establecidas para el control del rebrote de la COVID-19 se dio cita en la Loma del Intendente, escenario principal de las acciones revolucionarias de hace 64 años, una representación del pueblo santiaguero, entre ellos protagonistas de la gesta liderada por Frank País y fraguada junto a él por Fidel Castro.
En otros sitios de la ciudad como la sede de la antigua policía marítima, en la zona del puerto santiaguero, lugar que también fue asaltado en 1956 por jóvenes del Movimiento 26 de Julio, se evocó la hazaña libertaria realizada en apoyo al desembarco del yate Granma.
Entre poemas, canciones y oratoria se significó la importancia del hecho histórico que devino hito en muchos órdenes, uno de ellos el servir de ocasión para que por primera vez se vistiera en las calles el uniforme verde olivo.
Presentes en la evocación del 30 de Noviembre las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, el Héroe del Trabajo Lázaro Expósito Canto, y la vicepresidenta del Consejo de Estado Beatriz Johson Urrutia, respectivamente, ambos miembros del Comité Central, además de dirigentes de organizaciones de masas y miembros de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.