Con la presencia de más de una decena de sancionados penales afiliados a los 15 sindicatos de la provincia, la esfera de Educación y Propaganda de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en Guantánamo desarrolló la víspera el Quinto taller provincial de prevención y atención a trabajadores Insertados.
En el encuentro, al que asistieron dirigentes sindicales de varios municipios, encargados de tal vínculo con quienes cumplen sanción integrados en centros laborales, Miroslava Díaz Boloy, miembro del secretariado provincial de la CTC dio lectura al informe de las principales dificultades, inquietudes y avances de la tarea durante el último año.
Se conoció que a diferencia de periodos anteriores hoy todos los insertados están afiliados a la CTC, y se valoró el control y seguimiento, que mostró índices de ausencias injustificadas, llegadas tarde, no aprovechamiento de la jornada laboral, cambios de centro de trabajo sin autorización y otras indisciplinas cometidas por los sancionados.
Asimismo fueron expuestos resultados de evaluaciones realizadas en activos municipales de prevención a los que asisten organismos e instituciones que intervienen en ese sistema, como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, la Fiscalía General de la República, el Tribunal Supremo Popular, el Ministerio del Interior, la Policía Nacional Revolucionaria, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), entre otros.
Entre los temas más debatidos estuvo la relevancia de la participación de la CTC desde el momento en que se efectúan las comparecencias como parte del grupo de prevención, incluso cuando este actúa dentro del consejo popular.
Igualmente, se testificó la falta de apoyo de las organizaciones de masas en algunas comunidades y zonas de residencia donde el estigma se crece, a veces hasta desde la propia familia y los amigos más cercanos.
Como recomendación de uno de los insertados se planteó la posibilidad de ampliar la oferta de cursos de capacitación y superación para quienes deseen continuar estudiando u otros interesados en mejorar sus condiciones laborales, una vez extinguida su pena.
La miembro del comité provincial de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Anay Duvergel explicó que la estructura femenina se encarga de visitar comunidades e intercambiar con familias para combatir el rechazo y otras situaciones que pueden desembocar en la revocación de la sanción.
Además, argumentó acerca del rol de las trabajadoras sociales, a quienes corresponde una adecuada capacitación político- ideológica en aras de preparar y prevenir mejor y a tiempo, así como orientar en torno a las necesidades de superación, en este caso para las mujeres.
En nombre de la coordinación provincial de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), habló la funcionaria Indira Yinet Díaz Legro, quien dijo que «es doloroso que muchos mantengan un buen comportamiento en su accionar laboral, mas no así en las comunidades y consejos populares donde residen», y se refirió a las violaciones del reglamento disciplinario que inciden en la revocación de la mayoría de ellos».
En ese sentido Roger Escalante Castillo, Educador del Órgano Provincial de Prisiones felicitó a los participantes en el evento, «cuya buena conducta -en muchos de los casos- les permite hoy estar en libertad dentro de un colectivo laboral». También agradeció el acompañamiento de los sindicatos y a la comisión de prevención por su labor en la tarea de rehabilitar a sancionados penales.
Para la Fiscal Aimée Brooks Ferrer, «la idea del evento saluda la obra revolucionaria signada por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, de confiar y creer en el hombre», y enfatizó en lo importante de trabajar todos juntos para aprovechar y no permitir que se pierda la esencia de esa idea.
La participación de la CTC y los sindicatos en la atención a trabajadores que cumplen sanción penal sin internamiento, pero dentro de un colectivo laboral forma parte de la política de esa organización para estimular acciones que contribuyan a su inserción en la sociedad.
De ahí que la incorporación en ese programa constituya para el sancionado un deber a retribuir con cambios en su conducta, disciplina y buen desempeño laboral dentro del colectivo que lo acoge.
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