En sus dos décadas de fundado, el servicio de nefrología en el Hospital General Docente Comandante Pinares, en San Cristóbal, muestra avances significativos que lo ubican entre los más consolidados de la provincia de Artemisa.
Orosmán O. Cuesta Panaco, jefe del Capítulo provincial de Nefrología, explicó en entrevista a la ACN que la institución sancristobalense cuenta con 18 riñones artificiales para el tratamiento de hemodiálisis, iniciado en 2003, cuyo impacto más significativo ha sido acercar el servicio a los pacientes, ya que debían viajar a la capital de la provincia Pinar del Río.
Añadió que la mortalidad por enfermedad renal crónica ha disminuido con los años gracias al perfeccionamiento del tratamiento, la modernización de los riñones artificiales y el mejoramiento de la atención a los pacientes.
En el Comandante Pinares perfeccionaron el proceso de lavado de los dializadores, sustituto del riñón humano en la hemodiálisis, lo cual permite reutilizarlo entre 20 y 22 veces, procedimiento que evita al país la inversión de cifras millonarias en su compra, pues el costo del dializador oscila entre los 12 y 30 USD en el mercado internacional, destacó.
La plasmaféresis es un proceder mediante el cual se extraen las sustancias dañinas de la sangre y se utiliza para tratar trastornos sanguíneos u otras afecciones, un tratamiento que en otros países cuesta al paciente entre 100 mil y 150 mil dólares.
Cuesta Panaco precisó que en la instalación se realizan entre 20 y 25 plasmaférisis al año de forma gratuita a pacientes ingresados en las terapias intensivas o en el propio servicio de nefrología que la requieran, para ello utilizan un riñón artificial y un dializador especial que no se recupera.
Aseguró el también especialista en Segundo Grado en Nefrología, que San Cristóbal posee un complejo nefrológico y no sólo un servicio, el cual integra las áreas de consulta y hemodiálisis, una sala de nefrología clínica donde ingresan los pacientes con cualquier patología renal y una casa del nefrópata que presta atención a los pacientes que viven lejos del centro de diálisis.
En 2019 fueron trasplantados 19 pacientes atendidos en la institución médica (suman más de 40 desde que se inició el servicio) cuyo seguimiento se realiza en conjunto con el centro trasplantador, pero en la actual coyuntura provocada por la COVID-19 se hace por el personal del hospital, resaltó.
Destacó que el Grupo Nacional de Nefrología pide que un 30 por ciento de los pacientes en diálisis estén aptos para el trasplante y el servicio sancristobalence tiene el 76 por ciento, un logro que no es de un hombre ni de una enfermera ni de un jefe de servicio, sino de un colectivo comprometido, entusiasmado y motivado con la tarea que realiza.
Artemisa cuenta con dos servicios de nefrología (el de San Cristóbal, y en el Hospital General Docente Ciro Redondo García, en la capital provincial), en el hospital Iván Portuondo, en San Antonio de los Baños, funciona un equipo de nefrólogos y se prevé abrir el servicio en 2021, mientras la atención pediátrica tiene consultas en el Hospital Pediátrico José Ramón Martínez, en Guanajay, y en el Comandante Pinares. (Tomado de ACN)
