Por estos días inició un proceso de preparación a los dirigentes obreros de todo el país sobre la implementación de la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la Covid-19. En Camagüey concluyó una primera etapa de ese procedimiento que inició en Guantánamo y se extenderá por el resto del país hasta los primeros días de diciembre.
Organizado por el secretariado nacional de la Central de Trabajadores de Cuba, los seminarios, como explicó durante la cita en tierras agramontinas Milagro de la Caridad Pérez Caballero, miembro de la organización, buscan “preparar a los dirigentes de los sindicatos provinciales y de los burós extraterritoriales sobre la implementación de la estrategia económica y social y las nuevas facultades dadas a la empresa estatal socialista.
“Cuba vivirá una transformación y actualización del modelo económico cubano y el movimiento obrero debe prepararse para ello. Los trabajadores son protagónicos en el objetivo de incrementar producciones y quienes los representamos debemos estar claros de cada detalle.
“Por eso en estos encuentros intercambiamos sobre la nueva estrategia a partir de las 16 áreas claves y las más de 370 medidas que se implementarán en cada uno de los sectores. Cada sindicato tendrá especificidades, por lo que en el escenario de las asambleas sindicales se deberán explicar, informar y orientar las mismas.
“Pero, en ese espacio, también se moverán, compulsarán y generarán compromisos a nuestros trabajadores en aras de darle vitalidad a la economía. Claro que se debe tener como antecedente estos meses de enfrentamiento a la pandemia y el recrudecimiento de las medidas del bloqueo económico”.
Esos son temas que se analizan en los seminarios, pero allí también se discuten cuestiones vinculadas con las utilidades, las medidas que ya se implementan para la eliminación de trabas y flexibilización de facultades de la empresa estatal, entre otras temáticas.
Como explicó Pérez Caballero, “estos cambios que acontecerán en Cuba generarán una mayor participación activa y consciente de los trabajadores como sus verdaderos protagonistas. Y es evidente que el dirigente sindical debe conocer y dominar todo para que ellas se implementen con total transparencia y se logre la deseada eficiencia en las producciones”.
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