Las cifras alarman: de los 49 casos confirmados como positivos al SARS COV-2 en el país, al cierre del domingo 15 de noviembre, 24 son de la ciudad santiaguera.
Ante tan impactantes números se refuerzan las acciones para frenar el rebrote de la mortal enfermedad en un territorio que vivió por más de 180 días sin el virus.
Entre las medidas adoptadas está la suspensión del proceso docente-educativo en seis centros del municipio cabecera de Santiago de Cuba, cinco de ellos en el Consejo Popular Altamira, el que presenta el mayor número de casos de COVID-19.
En todo el territorio se intensifica la pesquisa activa y la labor de comunicación para que los santiagueros incrementen la percepción del riesgo.
Las autoridades insisten fundamentalmente en el uso correcto del nasobuco, algo que no siempre se cumple, y en la permanente desinfección de manos y superficies.
Según declaraciones hechas al periódico Sierra Maestra por el Dr. Luis Ricardo Manet Lahera, director del Centro Provincial de Higiene Epidemiología y Microbiología, en estos momentos se trabaja en 12 controles de foco, incluido un evento de transmisión local.
Entre ellos se incluyen barriadas de la ciudad cabecera como Altamira, Sueño, el Micro 7 del distrito José Martí y Punta Gorda, además de zonas de Dos Ríos y América en los municipios de Palma Soriano y Contramaestre, respectivamente.
