La tranquilidad que aportaba la luz del sol acaba de desaparecer. El sol se ha ido, porque le huye -justificadamente- a la tormenta tropical Eta.
El tiempo comienza a deteriorarse y eso preocupa en Cienfuegos, porque los que acá vivimos sabemos lo que es un huracán, una tormenta… La historia es larga y penosa en cuanto a daños.
El sol se ha ido, pero la voluntad no. Los pobladores podan árboles, destupen tragantes y alcantarillas, recogen escombros, acumulan agua, compran la canasta básica familiar…
Hay inquietud en todos los sitios. Las autoridades principales recorren la provincia para comprobar la materialización de las medidas.
El sol se ha ido. Eta se lo llevó. Pero volverá a alumbrar para reconocer en otra proeza del pueblo cubano en un año de horribles problemas.
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