Carretera adentro del Micro 3 del Reparto Abel Santamaría, rumbo a lo que muchos conocen en Santiago de Cuba como la zona de El Sardinero, se concreta hoy una de las más importante inversiones que asume el país: la fábrica de cemento Moncada.
La edificación de la industria avanza con el concurso de entidades de varias provincias cubanas:
Las empresas constructoras de Obras Industriales número 11, de Obras de Ingeniería número 24 y de Obras de Arquitectura número 57, todas del territorio santiaguero; las empresas Constructora Industrial número 3 y número 9 de Moa y Holguín, respectivamente; la Empresa de Construcción y Montaje de Las Tunas, además de la Empresa Constructora Guantánamo.
Unos 2 mil hombres y mujeres, más de 600 directos a la producción, que conocen el compromiso que tienen en sus manos y asumen el reto de trabajar duro, enfrentándose incluso a procederes constructivos poco habituales.
Sube, sube, hasta las nubes
En lo que será la fábrica de cemento Moncada se mezclan experiencia y juventud.
La selección de los que allí laboran fue rigurosa, en aras emplear a quienes más y mejores conocimientos, aptitudes y actitudes muestran y demuestran, comenta la ingeniera Mercy González Quiñones, al frente de los 165 trabajadores que representan a la Empresa Constructora de Obras de Arquitectura Número 57 (ECOA 57).
“A eso se une que estamos acogidos a la Resolución 15, de alto pago, que estimula acortar los plazos de ejecución, lo que ha dado resultados, por ejemplo, en objetos de obra no tecnológicos como los almacenes techados ya concluidos, en los que hubo operarios que llegaron a cobrar hasta 10 mil pesos en un mes”.
Almacén a cielo abierto, cerca perimetral, garitas para custodios, base de contenedores… son otras tareas ya terminadas por la “57”, que ahora concentra esfuerzos en lo que será la cocina-comedor, el centro de elaboración, el edificio socio-administrativo, la enfermería, baños, taquillas para hombres y mujeres, además de las estructuras que soportarán los alimentadores a los molinos de cemento y de crudo.
Esta última en particular ha sido todo un desafío, en tanto exige cimentaciones muy complejas, a la par de la colocación de aceros de una pulgada para estructuras que se elevan por encima de los 20 metros de altura.
“Es sin dudas un reto y en lo personal un aprendizaje”, comenta el joven Yojandri Bravo, de la ECOA 57, quien junto a René Santana, Silvio Escudero, Leandro Martínez, Ronald Ramírez, Luis Alberto Reyes, entre otros, asume la complicada labor.
“Estamos divididos dos turnos de trabajo, de 7 y 30 de la mañana a 4 y 30 de tarde, y de ahí hasta la una de la madrugada, porque el cronograma de ejecución tiene que ser cumplido como corresponde.
“Armar estas columnas de acero de una pulgada tiene grandes riesgos, por eso las supervisiones de seguridad y de calidad son muy estrictas: hasta ahora todo marcha sin contratiempos”.
Moderna y eficiente
Cuando esté concluida la fábrica de cemento Moncada debe producir un millón 200 mil toneladas al año gracias a una tecnología moderna y eficiente, según comentó a Trabajadores la arquitecta Blanca Odio Almaguer, jefa de obra por la empresa contratista.
“En total son 47 los objetos de obra que debemos terminar para finales del año 2022 y hasta ahora vamos apegados al cronograma establecido, incluso, en algunos espacios tenemos adelantos.
“Avanzamos ya en toda la plataforma número 1, es decir, el corazón de la fábrica, donde se hace el producto, con el acondicionador de gases, el horno, el enfriador de clinker y el molino de cemento.
“Allí fuerzas especializadas asumen las labores que harán posible el montaje del equipamiento, con más de un 95 por ciento en suelo cubano”.
Ante la creciente demanda del producto la fábrica Moncada atrae la atención de muchos y genera expectativas, bien los saben aquellos que la construyen, hombres y mujeres de varias provincias cubanas que en suelo santiaguero dan su aporte hoy para el cemento de mañana.