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Valbo: lo que es posible a pesar de la COVID-19 (+ Fotos)

Debido al impacto industrial en Guantánamo y el país, la Empresa de Fundición de Válvulas y Bombas Industriales (Valbo) Mayor General Carlos Roloff se hizo popular por la diversificación oportuna de sus producciones en un momento en que la economía nacional le abrigaba el más crudo invierno.

 

Reconocida en toda Cuba como la Fábrica de limas, la entidad concluyó en este complejo período un total de 76 mil 355 limas. Foto: Adriana Rojas Preval

 

Más de la mitad de los elementos para sus surtidos dejaron de llover , no obstante, los trabajadores no quedaron interruptos, mas sí reubicados en nuevas tareas como la fabricación de molinos trituradores de piedra con destino a minindustrias para la construcción de viviendas en todo el archipiélago.

A casi un lustro de aquella etapa que sus trabajadores cuentan cual “salto al miedo” la entidad enfrenta la crisis tras el nuevo coronavirus con la misma temeridad y entrega de siempre. Así lo aseguró su director el ingeniero metalúrgico Amadel Reyes:

“Nos dedicamos a los productos que sí podemos realizar y nos insertamos en los programas agroalimentarios de la provincia, donde es vital nuestro influjo en la fabricación de equipos y piezas de repuesto”.

 

Arietes o bombas hidráulicas para el sector agrícola fabricados en la entidad. Foto: Adriana Rojas Preval

 

La industria cárnica en el territorio, la terminación de arietes (bombeadores de agua cíclica que funcionan sin electricidad) para el desarrollo de los polos productivos y la construcción de jaulas para conejos con destino al sector agrícola estuvieron entre las primeras actividades. Más tarde se sumaron los molinos para hacer pienso animal, así como forrajeras e instalaciones para mezclar y hacer dicho alimento sólido.

Aprovechar los estadios de cuarentena para potenciar la capacitación estuvo entre las opciones creadas en aras de defender otra vez el empleo de sus 232 trabajadores, con vistas a los nuevos proyectos y afanes a que los confinó el coronavirus.

Fue así como en pleno aislamiento social y alarma epidemiológica durante los meses de abril, mayo y junio, Valbo disparó otra vez sus cifras de ventas y alcanzó las mejores comparadas con el anterior almanaque.

Revitalizada en su principal objeto social, la empresa se dedica hoy nuevamente a la recuperación de válvulas, de las cuales se han modernizado ya más de una treintena procedentes de varios centrales, encadenamientos y procesos industriales en las provincias de Holguín, Las Tunas y Santiago de Cuba.

Producto de la carencia de financiamiento para la compra en el mercado exterior de semiproductos necesarios al funcionamiento de las válvulas, la fabricación y recuperación de estas se comportaba detenida desde hacía tres calendarios. No obstante, el retorno a esa modalidad de producción ordinaria supone garantías a la única dependencia cubana facultada para la actividad.

El equilibrio sustentable descansa en la utilización del fundido hecho en el territorio nacional mediante el encadenamiento de la empresa Carlos Roloff con la empresa de bombas radicada en la provincia de Camagüey.

 

Válvulas de 6 pulgadas recuperadas con destino a la producción azucarera. Foto: Adriana Rojas Preval

 

“Hacer válvulas en Cuba es sustituir importaciones… Son de múltiples dimensiones y se utilizan en muchos procesos… Recuperarlas no solo les otorga una vida nueva, además resta a su índice de importación entre un 30 y un 40 %”, reflexionó el directivo.

En ese sentido favorecer mayores encadenamientos productivos aleja cada vez más a Valbo de la importación, un indicador que hace menos de un lustro mantenía más del 90 % de sus materias primas “contra la pared”.

De manera que asadones, picos, rastrillos y palas salen de aquí gracias a la efectividad de un ciclo de cooperación comercial en el que participan la Empresa de Acero (Acinox) de Las Tunas, la Empresa Mecánica Héroes del 26 de Julio en Holguín y la propia entidad guantanamera.

Esta asociación productiva estrenada ya hace un año se nutre a su vez del Fondo Cubano de Bienes Culturales, que proporciona los cabos para sus terminaciones; en tanto aprovechan el potencial científico técnico de la universidad local para formar y adiestrar con rigor a ingenieros mecánicos, paileros y encargados de la tornería.

También a partir de la crisis económica que sobrevino al mundo con la COVID-19, la entidad enfrentó recias limitaciones en el suministro de materias primas con destino a la zafra azucarera. Sin embargo, concluyó en este complejo período un total de 76 mil 355 limas, cifra a la que resta poco más de 37 para cumplir su pacto con el grupo Azcuba de 114 mil 300 antes de acabar el presente año.

De igual manera concluyen los segmentos de corte de las combinadas cañeras, a partir de un modelo diseñado por la propia empresa que responde a un segmento de cuatro filos en sustitución del tradicional de dos. La iniciativa posibilita la reutilización de la herramienta, favorece su vida útil y asimismo el rendimiento al corte cañero. De ahí que de un plan de 86 mil se hayan entregado 39 mil 200 con gran aceptación por los beneficiarios.

Aunque la entidad aún no se suma a la carrera de la exportación, le afana suplir las necesidades más crecientes del mercado interno. Cubrir y afianzar sus materias primas concentran hoy todos los empeños para desempeñar un plan reajustado de 8.5 millones y del que ya solo quedan poco más de dos.

 

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