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Exdirector de OMC califica de fracaso política comercial de Trump

Donald Trump tuvo éxito en colocar la necesidad de reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC) en la agenda de las principales potencias, opina Pascal Lamy, exdirector del organismo, pero ello no compensa el fracaso de su política comercial.

 

 

En una entrevista publicada por el sitio digital Infobae, el fracaso económico de Trump debe entenderse en varios ámbitos: “El balance es negativo en todos los órdenes, salvo su defensa a favor de una reforma de la OMC, aunque él solo la viera, evidentemente, en el sentido de los intereses estadounidenses”.

La intención de Trump de disminuir el déficit comercial, Lamy la califica de “idea estúpida”, pues “se explica por el hecho de que los estadounidenses ahorran poco y consumen mucho, y además tienen ese privilegio extraordinario llamado «dólar», que les permite vivir a crédito a espaldas del mundo”.

“Por otro lado, ha bajado mucho los impuestos, así que ha estimulado el consumo, y, por lo tanto, las importaciones. El resultado: el déficit se encuentra en 800.000 millones de dólares, nunca ha estado tan alto desde 2008”.

Lamy sostiene que Donald Trump “penalizó la competitividad estadounidense con aranceles a la importación”, especialmente en la agricultura y en la industria automotriz, elevando impuestos a la importación de acero y prohibiendo la venta a China de semiconductores estadounidenses.

En caso de que Joe Biden y los demócratas se alcen con la victoria en los comicios del venidero martes 3 de noviembre, “la música no cambiará, pero sí la manera de tocarla”, considera el francés Pascal Lamy, ex director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), uno de los organismos internacionales con el que el actual mandatario Donald Trump ha tenido diferencias.

En caso de una victoria demócrata, la rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China perdurará, sobre todo en tecnología, sostiene quien encabezó la OMC entre el 2005 y el 2013 y hoy dirige el Foro de París por la Paz, pero ambos países podrían regresar a la mesa de negociaciones y “adoptarán una actitud menos agresiva, lo cual también mejorará la relación transatlántica probablemente”.

Lamy no descarta que se vuelva a reevaluar el tema de las “subvenciones estatales” chinas: está en “el orden del día del programa de reformas de la OMC lanzado en Doha en 2001, pero ni europeos, estadounidenses y japoneses lo pusieron en marcha, porque podían llamar la atención sobre sus propios regímenes de subvenciones, por ejemplo para Boeing o Airbus”.

Este domingo Lamy reiteró desde París, que las cargas resultantes de las medidas proteccionistas de Trump han sido asumidas por las compañías que importan para luego producir, lo cual repercute en los clientes y fortalece a China, la nación a la cual intenta perjudicar.

Estados Unidos bajo el mandato de Trump ha amenazado reiteradamente con abandonar la OMC, ha boicoteado la aprobación del presupuesto que aporta a la organización (históricamente un 11 % del total de los fondos) y las labores del Órgano de Apelación, paralizado por su responsabilidad desde diciembre del 2019 pero ante el cual, paradójicamente, sigue presentando casos.

La “travesura” más reciente fue bloquear la aprobación por consenso (como es tradición en la organización) de la nigeriana educada en Harvard y ciudadanía estadounidense, Ngozi Okonjo-Iweala, quien contaba con apoyo mayoritario para asumir como Directora General. El representante de EE. UU. defendió la candidatura de la coreana Yoo Myung-hee, y quedó pendiente entonces programar una nueva votación próximamente.

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