Hay hombres que, a pesar de su breve existencia, dejan huellas imperecederas de su paso por el mundo. Hombres que, por su acción y pensamiento, se convierten en auténticas leyendas, que marcan no solo la memoria de su tiempo, sino también la memoria del tiempo por venir.
Camilo Cienfuegos, el Señor de la Vanguardia, el Héroe de Yaguajay, es uno de esos hombres que, por su arrojo, su valentía, su lealtad, pero también por su raigal cubanía, permanece –y permanecerá– vivo en la memoria de varias generaciones de cubanos.
Desde su trágica desaparición, el 28 de octubre de 1959, a pocos meses de la victoria popular que protagonizó junto a Fidel y el Ejército Rebelde, Camilo se reafirma como un símbolo de compromiso y entrega a la lucha por la libertad, la soberanía, la independencia, de la patria amada.
Son varios los libros que, desde entonces, se han acercado, a partir de diversos enfoques y perspectivas, a la vida y la obra de uno de los más aguerridos combatientes de la gesta emancipadora, liderada por Fidel, para liberar a la isla de la tiranía batistiana.
Donde su corazón (Editora Política, La Habana, 2003, 130 pp) es el título de una de esas obras que, con selección y prólogo de Omar Perdomo Correa, reúne por vez primera una colección de poemas de autores cubanos dedicados a Camilo Cienfuegos.
Son aproximadamente 70 los textos reunidos en el volumen –que ya tuvo una primera entrega en el año 1989, por este propio sello editorial–, pertenecientes a poetas de varias generaciones, estilos, tendencias, quienes se inspiran en el legendario combatiente.
Para abrir Donde su corazón –título, por cierto, tomado del poema «Donde su corazón sembrado de cosecha», de Félix Pita Rodríguez–, Perdomo Correa selecciona «Retrato», de Mirta Aguirre, y para cerrar la entrega escoge «Camilo Cienfuegos», de Cintio Vitier.
En la nómina de poemas y poetas agrupados es posible encontrar, asimismo, «Camilo», de Dora Alonso; «Comandante del alba», de Ángel Augier; «Camilitos», de Nersys Felipe; «Camilo», de Nicolás Guillén; «En la desaparición de Camilo Cienfuegos», de Fina Garcia-Marruz.
Otro de los poemas antologados es «A Camilo Cienfuegos», de la autoría de Adolfo Martí Fuentes:
…el que en buen punto nació.
Cantar de Mio Cid
Nada puede aprisionar
la plenitud de tu gloria,
solo el recuerdo: victoria
sobre el tiempo de olvidar.
¿Solo el recuerdo? El andar
necesitándote al paso
y esa flor en el regazo
del mar que no te sepulta,
porque al instante resulta
la profusión de tu hallazgo.
Investigador, periodista, editor, poeta, Omar Perdomo Correa (La Habana, 1944-2011) desarrolló una activa labor de estudio y promoción de la literatura cubana y colaboró sistemáticamente con varios medios de comunicación, entre ellos este propio periódico Trabajadores.
En su bibliografía aparecen otras selecciones de poesía de autores cubanos, como Siempre la vida (1987) y Andará Nicaragua (1989), así como las compilaciones bibliográficas de Ángel Augier, Regino Pedroso, José Luciano Franco, Dora Alonso, Manuel Cofiño y Mary Cruz.
Al presentar Donde su corazón, Perdomo Correa aclara que:
…lo más importante es el interés por ofrecer a los lectores, mediante varias promociones de poetas cubanos, la imagen más próxima, el reflejo más veraz, la proyección más nítida de aquel hombre del pueblo, para decirlo de acuerdo con la exacta definición del Che, quien proverbialmente asegurara en La guerra de guerrillas que Camilo «está presente en los otros que no llegaron y en aquellos que están por venir».
Merecería pensar en una nueva selección de poemas dedicados al Señor de la Vanguardia, que presente esos nuevos textos escritos en los últimos años. Mientras tanto, volvamos a las páginas de Donde su corazón, esta colección de versos que rinde justo tributo, en la plenitud de su gloria, a Camilo Cienfuegos.