La ejecución de los presupuestos destinados a garantizar las condiciones de trabajo es desigual, y en algunos casos insuficientes como en el Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) y el Ministerio de la Construcción (Micons) que no llegan al 50 por ciento.
A la necesidad de contar con estos recursos se han sumado las medidas higiénico-sanitarias para evitar el contagio con la COVID-19, que al descuidarse, en varios centros ha generado focos de la enfermedad, como ocurrió, por ejemplo, en los Laboratorios Aica y los molinos de Regla, de la capital; y en el hospital provincial Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila.
Cifras aportadas por la Oficina Nacional de Inspección Estatal del Trabajo alertan sobre el imperativo de insistir en el tema al que está dedicada la Jornada: transcurrido el 2019 se registraron 66 accidentes mortales de trabajo, de estos 13 ocurrieron en la vía. Los grupos empresariales con mayor incidencia en la pérdida de vidas fueron Azcuba, la Unión Eléctrica y el Poder Popular. Los operarios constituyeron el 80 % de los fallecidos, y el promedio total de edad resultó de 47 años. Las causas de origen técnico y organizativo aumentaron, en tanto las de conducta disminuyeron, lo que demuestra que deben marchar juntas exigencia y responsabilidad.
Durante este mes de noviembre se potenciará la capacitación de los que comienzan su vida laboral, serán congratulados los jóvenes y trabajadores que de manera altruista han participado en el enfrentamiento a la COVID-19 y se estimulará a los inspectores sindicales que se han involucrado en esta batalla, además de reconocerse a aquellas entidades que se han mantenido sin accidentes y cumplen con las medidas higiénico-sanitarias.