Ni siquiera se sospechaba que sentimientos de afecto y alegría resultantes del estrechón de manos y el efusivo abrazo, estarían vedados hasta en alta mar, cuando en aquella asamblea de representantes se insistía en atracar al muelle los problemas subjetivos, en la Empresa Pesquera Industrial (Epivila), de Ciego de Ávila.
Un mes después de ese encuentro en el que se llamaba a defender el plan económico del 2020, incluso, guapeando a remos en las pesquerías si fuera necesario ante la escasez de combustibles, vino un vendaval nombrado Covid-19.
Enseguida cogió la «seña» de aplicar alternativas y no ha perdido un día laborable en siete meses de pandemia, el colectivo de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Industrial, localizada en el municipio de Morón.
De esas reservas a potenciar han tenido impacto las ventas directas a la población desde los carros distribuidores, principalmente en las localidades donde no hay carnicerías especializadas o en los lugares a los que se han trasladado esos vehículos los domingos a ofertar los renglones pesqueros, en coordinación con los Gobiernos locales.
Braulio Zequeira es uno de los atentos a la entrada del camión de la pesca al poblado de Pina, porque «siempre trae alimentos frescos e industrializados de calidad», afirmó. Su coterráneo Osmel Rodríguez, opinó que «el pescado es más saludable y barato, ya que la carne de cerdo está casi jíbara, cuando hay la venden en unidades de Comercio y Gastronomía a 33.00 pesos una libra, antes del Coronavirus era a 16.00, no es fácil».
Una gran diferencia sobre la que Trabajadores pudiera indagar. Ahora se trata de destacar que no sólo se beneficia la población moronense con los productos pesqueros por estar enclavada la fábrica en su territorio.
Oscar Buchillón Sánchez, director de la UEB, informó que tienen la misión de distribuir en toda la provincia avileña los surtidos destinados a la canasta básica, las dietas indicadas por el médico, a las casillas especializadas y los organismos previstos en el balance nacional de distribución de alimentos.
Ciertamente, no es suficiente aún lo producido para satisfacer la demanda. Sí son notables los resultados del colectivo en relación con la producción industrial planificada que se comportó al 139 % de cumplimiento de enero a septiembre del presente año.
«Procesamos pescados provenientes de la plataforma marina y la acuicultura, los cuales preparamos como filetes, minutas de tilapia y mojarra, pulpa de macabí, masa de hamburguesa, picadillo para la masa de croqueta y otros renglones que también ofertamos a la población en un punto de venta creado en nuestro centro, donde se trabaja de lunes a sábado, de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde», explicó el directivo.
Meterse para las profundidades en las medidas de higiene, es otra de las misiones. El doctor en Medicina Veterinaria, Delio Garrido Alfonso, especialista de calidad en la UEB, destacó: «Nuestra unidad posee el certificado de inocuidad de los alimentos y el personal cumple las acciones sanitarias, con vistas a prevenir el contagio con el coronavirus.
«Además, sobresale el cumplimiento del compromiso anual correspondiente al aporte monetario de cada obrero al movimiento Mi Aporte a la Patria y la donación de dinero en divisa que entregamos de forma voluntaria para el Programa de Atención Materno Infantil», argumentó el también secretario general de la sección sindical.
En la UEB centraron la gestión en el mantenimiento a los equipos. «Estamos invirtiendo en el túnel de congelación que es el principal problema aquí», argumentó Buchillón Sánchez.
Dijo que las perspectivas del crecimiento de los niveles productivos en el proceso industrial están asociadas a la terminación de las inversiones en el centro de alevinaje de Morón -tercera instalación mayor de Cuba- sometido a acciones de recuperación de sus estanques con varios años de explotación, por lo que en la acuicultura están las mayores esperanzas del desarrollo del sector pesquero en Ciego de Ávila.