A pesar de la sequía y otras adversidades del cambio climático determinantes para la captura de la angula, alevín de la anguila, en Guantánamo se trabaja por ensanchar las posibilidades del nuevo polo exportador que brinda el diminuto pez.
En plena fase del periodo óptimo de su captura, desde septiembre hasta noviembre, la cría recién nacida del pez anguila tiene para este año en la provincia más oriental del país un plan superior a los 400 kilogramos, en tanto cada entrega casi duplica la del mes anterior.
Según declaraciones de Yanelis Ramírez, secretaria general del sindicato provincial de Alimentaria y Pesca hoy se labora con especial ahínco en mejorar las condiciones de trabajo de quienes capturan a dichos alevines «sumergidos al agua, bajo la frialdad y azotes de mosquitos durante la noche y madrugada» momento en que las crías buscan adentrarse en el río, y una vez en él crecer hasta convertirse en Anguilas.
La sindicalista agregó que son más de una treintena de anguleros, diseminados en los ríos Navas, Toa, Duaba, Macaguaní y Mata, de los cuales deben estimar antes su ancho, profundidad y superficie de la corriente.
Destacó que hoy disponen de una carpa para guarecerse y con las condiciones indispensables al mantenimiento de la angula viva, después de su cacería. Además, se capacita a los trabajadores respecto a las técnicas de recepción, prospección e incorporación de otros ríos, los cuales constituyen reservorios naturales donde también se restablece la especie.
Comercializadas con un tamaño entre cinco y seis centímetros de longitud y tres o cuatro milímetros de ancho, la Angula inició su exportación en Guantánamo a inicios del pasado año, cuando se sumó a la cadena de valor e impacto económico descrita ya en ese territorio por el café, el carbón vegetal, el limón, la miel y la fibra de coco.