Aún no hay precisiones de cuándo será el mencionado Día cero para la unificación monetaria y cambiaria, que tanto trastorno trae a todos los bolsillos y también a las arcas estatales.
Lo cierto es que parece estar llegando, y si todavía no queda claro el cuándo, sí han quedado esclarecidos los por qué de esta inevitable y rotunda transformación de la economía cubana, que el presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC), Oscar Luis Hung, calificara como “un paso vital para el desarrollo del país”.
En declaraciones a la televisión nacional, Hung también reiteró que “Hay un grupo de resultados esperados con esa medida, precisó, entre ellos la existencia de una sola moneda en circulación y que esta cumpla con las funciones de contribuir al equilibrio macroeconómico, pues así los balances financieros reflejarán con transparencia los resultados de la gestión empresarial.
“Además, los diferentes actores de la economía podrán desempeñarse en igualdad de condiciones en el mercado nacional e internacional”, comentó el economista.
El fin de algunos “vivos”
Por su parte, nuestro periódico Trabajadores replicaba el pasado septiembre las consideraciones sobre este tema del Doctor en Ciencias Económicas Hugo Pons Duarte, director del Centro de Superación Postgraduada de la ANEC en Holguín, donde también es profesor titular de la universidad de esa provincia luego de desempeñarse en igual ejercicio en la Universidad de la Habana:
“Algunas de estas medidas y transformaciones se han demorado para que las entidades estén bien preparadas, se atengan a los marcos regulatorios, dominen el que le es congruente, fortalezcan el trabajo contable, capaciten a sus miembros y eleven la productividad, entre otras acciones”.
En otro momento de la entrevista conferida al periódico holguinero Ahora, el doctor Pons Duarte aseguraba que: “Las economías hay que analizarlas como a las familias, son entes vivos y sus dinámicas cambian y no es lo mismo ahora que en los años 80’ o a partir de los 90’, cuando todo fue muy difícil. Esa es una gran prueba superada y ahora tenemos más conocimiento y más reservas.
“Sí hay que estar claros que todas estas medidas no van a generar por sí solas riquezas, dependen del trabajo, de la eficacia y la eficiencia. Se habla de una reforma salarial, y que la mayor parte de los ingresos sean de los salarios, porque el trabajo tiene que recuperar su papel de principal generador de riquezas”, sentenciaba el reconocido estudioso.
Hasta ahora, a muchos molesta que existan no pocos cubanos que, teniendo todas las condiciones necesarias para hacerlo, vivan sin trabajar y hasta repitan con desvergüenza aquello de “el vivo vive del bobo y el bobo de su trabajo”.
Pero esos “vivos”, con estas transformaciones que se avecinan, es muy probable que dejen de serlo y se vean precisados a abandonar la vagancia y “el invento” para pasarse al bando de los que trabajan y cada noche reposan su cabeza con tranquilidad en la almohada.
Así lo aseguraba en reciente Mesa Redonda, al comentar sobre cómo el trabajo será la principal fuente de ingreso, el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil: “Va a ser difícil vivir sin trabajar”.
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