Un alimento criollo estaba listo para degustar. Aunque, a la «carta» se distinguía el plato fuerte motivador del diálogo con el chef internacional Aguedo González Leal, a propósito de la celebración el 18 de octubre, del Día de la Cocina Cubana, declarada en 2019 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Quien ganara el mérito de chef profesional del año 2018 en Cuba, prepara hoy, con quehacer innovador y auténtico adobo, la comida en la Filial de Ciencias Médicas, del avileño municipio de Morón, devenida en centro de aislamiento de la Covid-19.
«Desde que me solicitaron ayudar al personal de cocina de esta institución, junto con Idilexy Morales (la china), trabajadora no estatal, hemos compartido con ellos valores humanos como su gran espíritu de laboriosidad», destaca el experto acerca de la consagración de Ana, Yolanda, Iraida, Mileisys, Mabel y Eridán.
«Nunca olvidaré el día que vinieron a homenajearnos los trabajadores de la Salud hasta lo que llamamos aquí la frontera con la zona roja. Una joven leyó el comunicado que expresaba el sentir del colectivo y de los pacientes, y nos tributaron un aplauso en agradecimiento a la calidad y la entrega de los alimentos a su hora».
El elogio fue otro premio para quien ostenta la Medalla al Mérito Culinario, desempeña el cargo de asesor técnico de la Asociación Culinaria en Ciego de Ávila y es miembro del Club Culinario de Cuba, integrado por 11 especialistas para el intercambio con otros países y la capacitación de los recursos humanos de esta profesión en la Isla.
«¿Qué cómo entró el amor por la cocina?, fue desde niño. Heredé los saberes de mi abuela que era chef de una fonda en Jatibonico. Empecé a dar los primeros pasos en una misión internacionalista en la Siberia de Rusia.
Luego cociné en la sede económica de la Embajada de Cuba en Moscú. Tras regresar a la Patria me incorporé a la escuela de formación para el turismo Formatur, en Morón».
En calidad de estudiante o trabajador, Aguedo ha dejado su impronta en el hotel Morón, Comodoro, Habana Libre, Guitart-Cayo Coco y otros en la cayería Norte avileña, donde se desempeña como presidente de la Culinaria.
Una planta hotelera esa con una veintena de instituciones, con categoría cuatro y cinco estrellas. Sin embargo, un centro gastronómico más pequeño lo atrapó para siempre. «Tengo muy bonitos recuerdos del restaurante La Atarraya, de la Laguna de la Leche, en la elaboración de la paella, cuando fui trabajador Vanguardia Nacional y contribuí a que la unidad alcanzara esta categoría superior de la emulación, en el momento que mis compañeros me eligieron delegado al XIX Congreso de la CTC…».
Ahora, al terminar la faena en la llamada zona verde del hospital de campaña, él comparte olores y sabores en la cocina hogareña con su esposa Inés María Cervantes, locutora de la radio y la televisión en la Ciudad del Gallo. «…y también intercambio con mis hijas yashira y sahira que cocinan muy bien», subrayó.
A propósito de los medios de comunicación y las redes sociales, tiene un espacio en el programa Mediodía en TV, del canal Cubavisión, con vistas a promocionar sus recetas en homenaje, entre otras efemérides, al centenario del natalicio en diciembre de Gilberto Smith Duquesne, el chef cubano de todos los tiempos.
Con la misma pasión con la que elaboraba recientemente uno de los 30 platos emblemáticos cubanos, Aguedo González es leal a la selección de los ingredientes para darle el punto a un libro en la fase final de preparación, relacionado con la música en la cocina: «Harina de maíz criolla, el puerquito y la yuca, los tamalitos de Olga, el chilindrón de chivo, échale salsita y otras canciones».