Domingo Urrutia Estrada, Héroe del Trabajo de la República de Cuba y una leyenda de los campos cañeros, fue sepultado este jueves en el cementerio Vicente García, de Las Tunas, precisamente cuando cumplía 87 años de edad.
El reconocido machetero, que en 45 zafras derribó cuatro millones de arrobas de caña a golpe de mocha, falleció este miércoles, a causa de una arritmia grave.
En su vida laboral fue ocho veces Héroe del Trabajo y recibió múltiples condecoraciones, varias de ellas impuestas por el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, con quien departió en varias ocasiones en la Plaza de la Revolución, en La Habana, durante los desfiles por el Primero de Mayo.
Como machetero llegó a su punto más elevado durante 15 años seguidos, cuando cortó en cada calendario más de 200 mil arrobas, y una vez 300 mil.
Por sus méritos visitó la ex Unión Soviética y Alemania, y fue invitado al Segundo y Tercer congresos del Partido Comunista de Cuba.
Urrutia Estrada representó a Cuba en una competencia internacional de corte de caña en 1971, en Jamaica, donde el primer ministro de ese país Michael Manley lo proclamó ganador.
Dejó nueve hijos, entre ellos Ermidelio, campeón Olímpico en Barcelona 92, quien le debe mucho a su padre su desempeño exitoso en el béisbol, deporte que acogía con mucha pasión.
El Héroe del Trabajo de la República de Cuba era un empedernido a la pelota, que no se perdía un juego -en los estadios o a través de la radio o la televisión- donde estaban los Leñadores o el equipo Cuba.
Nació en Manatí pero desde muy pequeño fue a vivir con su madre y hermanos a Macagua, en el propio territorio de Las Tunas.
Domingo comenzó a trabajar a los 14 años, en una pequeña parcela de tierra heredada de su padre, práctica que no perdió de vista pues ya jubilado, a 50 metros de su casa, en la ciudad de Las Tunas, tenía un conuco en el que cultivaba viandas para el autoconsumo familiar.
(Tomado de ACN)