Varias de las dudas e inquietudes sobre la nueva Estrategia Económico- Social del país y la inminente Tarea Ordenamiento fueron aclaradas este miércoles durante el espacio radiotelevisivo de la Mesa Redonda, donde comparecieron Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y ministro de Economía, y Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y el Desarrollo de los Lineamientos.
Las primeras ideas expresadas por Murillo Jorge estuvieron encaminadas a aclarar aspectos relacionados específicamente con la leche de vaca que entra a la industria nacional y a describir la situación actual de ese producto y la que puede tener en el futuro escenario económico que supondrá el ordenamiento monetario y cambiario en el país.
Sobre ello explicó que actualmente la leche de vaca importada se paga a 0.30 centavos el litro y sale de la industria con un valor de tres pesos, mientras que la obtenida a través de los productores nacionales tiene un costo de 4.50 CUP por litro, lo cual provoca que para la industria láctea es más favorable trabajar con materia prima importada. Agregó que en el nuevo escenario económico cubano se prevé que ese producto entrará a la industria con un precio oscilante entre los seis y ocho pesos.
Sobre los salarios y sus modificaciones, asunto muy recurrente entre las dudas de la población, Murillo reiteró que los salarios crecerán 4.9 veces mientras que las pensiones lo harán cinco veces. Sin embargo, puntualizó que con ello se ilustra un crecimiento promedio del monto salarial, porque en la realidad todos los salarios no subirán de forma lineal. A algunos trabajadores les crecerá 4.9 veces y a otros cuatro, en dependencia de su realidad laboral muy concreta.
Al respecto también subrayó que en todos los casos lo más importante es que el salario respaldará el costo de la canasta y que con esos importantes cambios se busca que quienes más aporten sean quienes más ganen.
Al abordar aristas relacionadas con los ingresos de los trabajadores por cuenta propia, que no pueden denominarse precisamente como salarios, Marino Murillo argumentó que es evidente que si se incrementan los precios mayoristas también se elevarán los costos de algunos suministros a los que accede el sector privado, de la misma manera que se elevarán en el sistema empresarial.
Ello, dijo, producirá un incremento en el precio de los servicios de los trabajadores por cuenta propia, sin embargo, subrayó, que se está estudiando un rediseño de la carga tributaria que tienen los trabajadores del sector no estatal.
“Vamos a reducir la carga tributaria para que el crecimiento de los precios no sea al mismo ritmo que el crecimiento de los costos”, acotó y agregó que para lograr eso se les dará facultades a los gobiernos municipales para que concerten acuerdos con los trabajadores por cuenta propia.
Reiteró que la canasta de bienes y servicios es el punto de referencia para la formación del salario mínimo en el país y que para su deducción se tuvieron en cuenta, lógicamente, un grupo de gastos que van más allá de los relacionados con la alimentación. Puntualizó que en ella se contemplan productos de aseo y lo que un ciudadano pagaría por concepto de electricidad, transporte público, vestimenta, medicamentos y otros productos. Incluso en el valor de esa canasta se incluyó una reserva no nominalizada, porque la vida es mucho más amplia.
Para tranquilidad de quienes hoy perciben estimulación salarial en CUC, el jefe de la de la Comisión Permanente para la Implementación y el Desarrollo de los Lineamientos, aseguró que esos montos se tendrán en cuenta en los nuevos salarios.
Sin embargo, para quienes perciben, por ejemplo, estimulaciones ascendentes a 120 pesos convertibles, la solución será otra. “Si usted gana hoy un salario más los CUC y la nueva escala no cubre todo eso, entonces en la escala que usted clasifica se le va a pagar esa diferencia”. No obstante, Murillo aclaró que ese beneficio está diseñado para quienes se mantienen en su puesto de trabajo y son eficientes.
Con respecto a los jubilados y pensionados, manifestó que tendrán un tratamiento bien especial porque se trata de una generación que ya trabajó por más de 30 años y ha sido decisiva en el avance del proceso revolucionario.
A ello se suma la insoslayable realidad social que impone el envejecimiento poblacional, por lo cual los mayores de 60 años, que hoy son el 20 por ciento de la población cubana, recibirán un tratamiento adecuado al nuevo escenario.
Al profundizar sobre ello explicó que si bien el salario mínimo tiene como objetivo respaldar el gasto del trabajador y la familia, el dinero que percibirá el jubilado respaldará solo su propio gasto, ya que se supone que en esa etapa de la vida ya no se tienen las mismas necesidades de manutención familiar que imperaron antes con los hijos y demás. No obstante, destacó, “la jubilación mínima nunca va a ser más pequeña que el costo de la canasta”.
Ante las dudas sobre el lugar que ocupará la libreta de abastecimiento tras el reordenamiento monetario y cambiario, Murillo enfatizó que si bien no puede negarse que ese documento es un mecanismo extremadamente costoso en términos de logística, es ineludible su utilidad y eficacia para la distribución en medio de la escasez.
Ello significa que el desmonte de la libreta de abastecimiento será de manera muy gradual, una vez que la economía evolucione y haya ofertas suficientes de productos. Murillo manifestó que tomar la decisión de dejar en el nuevo contexto un grupo de productos subsidiados será válido y usar el mecanismo de la libreta por un período de tiempo más, teniendo en cuenta las condiciones en que estamos, también es acertado.
Muchas de las inquietudes sobre los cambios que se avecinan tienen como centro al sistema empresarial cubano. Sobre las nuevas realidades que envolverán a la empresa estatal socialista el Vice Primer Ministro Alejandro Gil Fernández destacó que se abrirán nuevos espacios para la industria nacional, partiendo de que el reacomodo monetario hará más competitivos y asequibles los precios del mercado nacional en comparación con los de los productos importados.
De forma general se explicó que las empresas exportadoras y eficientes en esa tarea tendrán muchos beneficios pues podrán multiplicar sus utilidades y mejorarán considerablemente su situación con respecto a la actualidad. Así lo explicó Murillo mediante una tabla demostrativa de los efectos de la sobrevaloración del peso sobre el dólar.
Subrayó que las reglas del juego tienen que cambiar y no podemos asustarnos si una empresa exporta y distribuye diez salarios al final del año. De manera general dijo que existen empresarios muy inteligentes que se van a acomodar muy rápido al nuevo escenario y si se les permite una mayor autonomía los resultados del sistema empresarial en Cuba van a cambiar mucho para bien.
Gil Fernández explicó que se mantendrá una planificación centralizada de la economía para trazar las estrategias de desarrollo y avanzar en las prioridades, pero ello no significa que se mantendrá una centralización en la microeconomía. Todo lo contrario. Se trata de dotar de mayor autonomía al empresariado cubano para que aumente su competitividad y mejore sus condiciones.
Se explicó que en el primer año de cambios económicos se deberá controlar el crecimiento de los precios mayoristas sin afectar al sistema empresarial, de manera que no haya que cerrar ninguna empresa ni se produzca desempleo. Sin embargo, se hizo hincapié en que cada empresa debe buscar la manera de producir y ser eficiente, de abrirse camino en el nuevo contexto.
En cuanto a dudas de la población sobre las cuentas de ahorro personales, Marino Murillo dijo que “técnicamente es verdad que las cuentas de ahorro en pesos pierden capacidad de compra ante una subida de precios”, pero que los cambios por venir ameritan también otros tipos de análisis porque no todo es lineal.
Declaró que hay que preguntarse primeramente cuáles son los precios que van a subir. Al respecto dijo que debe tenerse en cuenta que los productos de las actuales tiendas en divisa no tendrán variaciones significativas en sus precios, otros productos serán subsidiados en parte y no puede olvidarse que los ingresos de las personas subirán.
Las nuevas medidas no afectarán de ninguna forma el dinero en Cuc en manos de la población, que podrá cambiarse de acuerdo con la tasa actual. Tampoco tendrán desventajas las cuentas de estímulo de los colaboradores cubanos en el exterior, cuyos montos se convertirán a moneda nacional y mantendrán un beneficio de descuento del 30 por ciento.
El régimen cambiario existente en ese primer momento será el tipo de cambio fijo y en la medida que en el futuro varíen las circunstancias de la economía esa decisión podrá tener otras evaluaciones.
Durante la Mesa Redonda se dejó muy claro que de ninguna manera se transita hacia una dolarización de la economía. El Ministro de Economía y Planificación dijo que la existencia de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) responde a la situación económica muy puntual por la que atraviesa el país.
Las tiendas en MLC surgieron como medida transitoria para captar las divisas que estaban saliendo del país y reaprovisionar de recursos al mercado nacional, pero el objetivo económico del país es operar con una sola moneda.
Gil Fernández también se refirió a que el nuevo modelo económico cubano no deja de mirar hacia el desarrollo local y territorial del país y hacia la complementariedad de los diferentes actores económicos, a cuya variedad contribuirá el crecimiento que se le pronostica a las micros, pequeñas y medianas empresas.
El Vice Primer Ministro cerró su intervención reforzando la idea de que las transformaciones que se estarán acometiendo son muy importantes y de fondo. Se trata de favorecer los encadenamientos productivos y crecer en base a nuestros propios esfuerzos, dijo, y remarcó que hemos llegado a un punto de maduración que nos permiten introducir estas transformaciones, enfrentar el escenario actual, vencerlo y mantenernos en la senda del desarrollo.
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