Durante los últimos siete años Camagüey no ha podido remontar en la zafra azucarera y disímiles problemáticas han influido en el no cumplimiento del plan. Por eso, antes de iniciar la contienda 2020-2021 en los centrales azucareros ejecutan un proceso de reparaciones.
Para Enrique Sosa Nieves, secretario provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores Azucareros, esta molienda requerirá del esfuerzo de cada obrero. “La preparación de la zafra marcha bien, asegura el dirigente obrero, ya que los números de reparaciones sobrepasan el 100% en la mayoría de los elementos planificados.
“Pero eso no significa que cantemos victoria. Por ejemplo, de los recursos necesarios para esta preparación muy pocos han sido adquiridos; áreas como el basculador y el molino todavía necesitan de insumos para su optimización en nuestras unidades; y al no contar con fertilizantes y herbicidas la producción de caña se ha dificultado”.
Esto último, como es sabido, influirá en la obtención de azúcar, plan que aún se ajusta y no augura grandes cifras.
Según lo propuesto la contienda azucarera arrancará el 24 de noviembre por el central Siboney, ubicado en Sibanicú. Luego se incorporarán en diciembre Panamá, del municipio Vertientes y el Carlos Manuel de Céspedes, de la tierra con igual nombre. Mientras que para enero se unirá el vertientino Batalla de las Guásimas.
Para que esto sea así, mucha inventiva ha tenido que salir a flote para reparar equipos o poner en marcha viejas maquinarias. Una de las grandes batallas que actualmente se asume es en el Céspedes.
Allí las tres calderas son robustecidas y la incorporación de un turbo condensante permitirá incrementar el aporte de energía al Sistema Electroenergético Nacional (SEN). Esto, como señaló Sosa Nieves, aumentará los megawatts entregados y ayudará a que en el tiempo de no zafra se pueda apoyar al SEN, con bagazo que guarden.
Pero como señala el semanario local Adelante la rehabilitación de este central se puede ver bien dificultada por no contar con el monto presupuestario necesario para una inversión de este tipo, que fue catalogada en un inicio como reparación y con menos dinero del requerido.
Esto ha provocado atrasos en las reparaciones, ya que como explica al mencionado periódico Juan Raúl Correa Granda, jefe de la zafra en Carlos Manuel de Céspedes, las unidades suministradoras de AzCuba y de otras empresas del país no les proporcionan los recursos si no le pagan lo convenido.
No obstante innovadores y obreros de experiencia revitalizan los centrales agramontinos, junto a unidades de la Empresa de Servicios Técnicos Industriales (ZETI) que también contribuyen en la reparación de los centros de acopio.
Para incentivar esta recuperación que se acomete en las unidades agramontinas con pocos recursos, el sindicato, junto a los directivos de AzCuba, realizan recorridos donde puntualizan que se cumplan con las medidas de seguridad, con la salud e higiene de los obreros y, a su vez, se premia el esfuerzo de hombres que no han tenido vacaciones para poder ver las máquinas funcionando.
Con poco, día y noche, sin cansancio cientos de trabajadores del azúcar se esfuerzan para que Camagüey inicie una zafra con mejores probabilidades.
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