Que Sancti Spíritus no integre el grupo de provincias que desde este lunes pasan a la nueva normalidad por la compleja situación epidemiológica que presenta el territorio, duele mucho a sus moradores.
En apenas un mes, el SARS CoV-2 elevó su transmisibilidad por estos predios. Comenzó por Bernal el pasado 10 de septiembre —una comunidad rural de Jatibonico con lazos cercanos a Ciego de Ávila— y en menos de 30 días se expandió por siete de los ocho municipios espirituanos (excepto Fomento).
Durante ese período se ha duplicado la cifra de contagiados con respecto a la primera etapa (181 casos hasta el viernes), se han abierto cinco eventos de transmisión local (uno cerrado el miércoles anterior) y varios controles de foco.
Zonas en cuarentena, barreras en los puntos de acceso a ciudades y poblados, más de un centenar de áreas con restricción de movimiento —principalmente en la ciudad cabecera provincial, donde se reportan casos positivos en las demarcaciones de los seis Consejos Populares—, y el aislamiento de más de 900 personas, son acciones implementadas para contener al nuevo coronavirus en el central territorio.
Saludar de lejos, antídoto contra la COVID-19
Si algunos han vivido de cerca el rigor de las restricciones son los habitantes de Zaza del Medio. Yamilet Álvarez Castillo, vecina de la calle 23 en ese poblado taguasquense, asegura que en su cuadra prevalece la disciplina. “Nadie sale de sus casas. El miedo está, pero tenemos confianza en que lo vamos a superar entre todos”.
Mientras para la mayoría está decretado el resguardo hogareño, a otros les toca gestionar y organizar los recursos indispensables para quienes no pueden cruzar la línea amarilla, tal es el caso de Ernesto Luis Barcaldo Valdivia, delegado de la circunscripción 16, quien extiende las jornadas para acompañar a sus electores.
También los trinitarios volvieron a experimentar similares temores a los de aquel 11 de marzo, cuando allí se detectaron los primeros casos en Cuba. En ese municipio se abrieron, en el último mes, dos eventos de transmisión local.
Yanisleidi Turiño Lema, directora del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, explica que existe complejidad epidemiológica tanto en la urbe trinitaria como en zonas rurales. Pero ratifica que “se ha actuado con una fuerte vigilancia”.
Héroes que enfrentan la pandemia
Más de un centenar de espirituanos contagiados en este rebrote epidémico han recibido atención médica en el Hospital Manuel Piti Fajardo, de Santa Clara. Desde la pasada semana en Sancti Spíritus fueron habilitadas dos instituciones sanitarias para atender casos confirmados que se mantengan asintomáticos: el Hospital Provincial de Rehabilitación Faustino Pérez y el motel La Cabaña, donde hasta el viernes permanecían 40 pacientes.
Por segunda vez la joven pediatra Eridanis Rodríguez Pérez, Nany, labora en la zona roja. Durante la primera etapa de la pandemia trató y vigiló la evolución de un menor y ahora permanece al cuidado de varios, junto con su colega Magdiel Luis Martínez y tres enfermeras.
“Recibimos a los niños e inmediatamente comenzamos con el esquema de tratamiento aunque no presenten ningún síntoma. Los más pequeños no son conscientes e inevitablemente te cogen el esteto, te tocan y uno no puede demostrar miedo. Lo tienes, pero debes ser más fuerte que ese temor.
“Nuestro trabajo incluye hasta realizar gestiones administrativas. Pero que no tengamos niños complicados, que sean más las altas que los positivos, que todos sanen, nos dota de una coraza espiritual”, opina la joven galena sin esconder la emoción.
Un sentimiento similar refiere su colega Magdiel. “Es difícil tener que convivir con dos tipos de lágrimas. Unas de alegría, cuando todo va bien, y las de tristeza, cuando confirmas el diagnóstico positivo. Tienes que secarte las tuyas, estar tranquilo, ser fuerte, pero esta enfermedad nos toca hondo”, apuntó.
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