Todo pudiera quedar entre la confidencia del paciente y su médico, en el rostro dulce de la enfermera que lo atendió, en el técnico que supo asistir la dolencia con prontitud y, sobre todo, en la satisfacción de haber sanado. Pero son tres décadas de labor del Hospital Arnaldo Milián Castro, de Villa Clara, un aniversario así no puede pasar por alto para el mayor centro de la salud de la provincia, ni tampoco para quienes allí son atendidos.
Mucho más si el aniversario es de compromiso y entrega, porque se llega a esta fecha durante el enfrentamiento al contagioso virus que mantiene en vilo al mundo, y se conmemora el 8 de octubre, día de la caída en combate del Che; donde precisamente está ubicado este centro en la ciudad de Cuba que acogió al Guerrillero Heroico como un hijo.
“Son motivos suficientes para hacer más, profundizar en la excelencia en nuestros servicios y en los diagnósticos, en los tratamientos, nos corresponde entregarnos con amor y pasión a la profesión y al pueblo, esa es la gran misión: salvar vidas”, expresó el doctor Luis Monteagudo Lima, director del hospital.
El gran hospital
Fundado el 8 de octubre de 1990 luego de un complicado proceso inversionista el hospital cuenta con 36 servicios, 10 de los cuales con carácter regional, 16 salones de operaciones y 600 camas, ubicadas en esta ocasión con el cuidado establecido por las medidas de distanciamiento físico y social para evitar cualquier complicación intrahospitalaria relacionada con la COVID-19. Se realizan en tiempos normales alrededor de 35 procederes quirúrgicos diariamente.
Entre sus primeros servicios se recuerda el de radiología y la introducción de las más novedosas técnicas y equipamientos de aquel entonces, como fue el caso de diferentes tipos de somatón; así como la actividad de trasplante, que comenzó por los de riñón y se ha ampliado a muchas otras posibilidades.
Sobresale en la actualidad la oxigenación del servicio de enfermería; acumula una supervivencia quirúrgica por encima del 93 %, dato que habla de la gran profesionalidad de sus galenos y especialistas, teniendo en cuenta que Villa Clara es una de las provincias más envejecidas del país.
Entre las especialidades que más se distinguen se encuentran la neurología y neurocirugía, la cirugía general en todas sus variantes, la ortopedia, la medicina interna, quemado, oftalmología, neumología, hemodiálisis y trasplantes, también la cardiología.
A lo anterior se suma un servicio muy sensible destinado a las madres que por diferentes circunstancias se afectan con cualquier patología complicada al dar a luz y pasan a estado de críticas, las que son atendidas en este centro y es de resaltar que ninguna en los últimos periodos ha fallecido. Es a su vez un centro docente de altos quilates donde desde el inicio de sus funciones, se han formado la mayorías de los galenos graduados en la Universidad de Ciencias Médicas Serafín Ruiz de Zárate, de Villa Clara.
Además se realizan consultas de medicina natural y regenerativa, hematología, laboratorio clínico, somatoprótesis, estomatológicas, mínimo acceso, angiología, nefrología, entre otras, incluido un servicio de cuerpo de guardia de excelencia que asume accidentes, incendios, cualquier irregularidad o urgencia de la provincia.
El hospital se mantuvo activo durante la etapa más difícil de la epidemia, atendió los casos de urgencia, aunque detuvo algunas especialidades que no comprometían la vida de los pacientes. No obstante, se procedió con traumatologías, tumores y los procesos de hemodiálisis.
Uno de los portentos del hospital: El profesor Caballero
El profesor Armando Caballero es un hombre conocido y reconocido por el pueblo villaclareño. Su extraordinaria labor en el servicio de Terapia Intensiva, del cual formó parte desde que inauguraron este hospital, es referencia en el país.
El doctor Caballero, especialista de Primer y Segundo Grado en Anestesiología y Reanimación, especialista en Cuidados Intensivos, asistente en hospitales de París, entre otros méritos como Premio Nacional de Salud, ha decidido echar sus huesos y saber en este centro que fundó.
Suele vérsele concentrado, severo cuando algo cree que no está como debe ser, estricto en su sala. Eso sí, sensible, entregado, reflexivo y cauteloso, de inteligencia probada, de sabiduría excepcional.
A la vez tiene una sonrisa franca, expresión de esperanza y optimismo, cuando la suelta sin contener es señal de que le está ganando una batalla a la muerte. Así lo observé varias veces en medio de esta pandemia cuando este experto opinaba sobre los medicamentos creados en instituciones científicas del país, esos que hacen más soberano nuestro sistema sanitario, que podían utilizarse en el tratamiento a los pacientes, lo hacía con la elegancia de su apellido y con el orgullo de ser un cubano real y útil.
Es el doctor Caballero talismán para lograr sanar a los más graves, a los críticos a aquellos pacientes que la magia de este hombre logra devolverles una nueva oportunidad.
La fiesta por las tres décadas
Para homenajear esta fecha el colectivo realizará un encuentro e intercambio con aquellos profesores distinguidos y trabajadores fundadores que han dedicado sus esfuerzos a desarrollar este centro. Serán reconocidos todos los que han laborado en el combate contra la COVID-19 en centros de aislamiento, hospitales o como parte de grupos de expertos, etc. Asimismo, los que han cumplido misión y colaboración médica en diferentes países, sus trabajadores donarán sangre en una muestra más de altruismo y solidaridad.
La ocasión será propicia para entregar al colectivo el reconocimiento de diferentes organismos y entidades del territorio en estas tres décadas de labor.
En video: Hospital «Arnaldo Milián Castro» próximo a cumplir su aniversario 30 (Telecubanacán)
