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La Guagua: águila no caza moscas, pero…

Antes de decir por qué llegamos a pensar en no hacer esta crítica a los personajillos que andan en estos tiempos intentando derrocar en las redes sociales a la Revolución Cubana que no han podido hacer caer en la realidad, vamos a explicar los motivos que nos animaron a presentar esta Guagua con las explicaciones de cómo suelen proceder tales integrantes de la nueva 2506.

Viñeta periodística: Alfredo Martirena Hernández

 

En primer lugar, carentes de argumentos,  apelan a la Verborrea de la Impotencia acusando sin aportar pruebas una y otra vez al Partido, a la Asamblea Nacional del Poder Popular, al Consejo de Estado, al Consejo de Ministros, a las organizaciones sociales y de masas, a los dirigentes, e incluso hasta al propio pueblo, que tildan con palabras nada agradables, de cobarde por apoyar a la Revolución.

Carecen de razón, nada tienen que defender en el terreno del pensamiento en las redes sociales, por lo cual acuden a argucias para intentar confundir y tergiversar con el propósito de desilusionar, desencantar y fomentar la desesperanza, pero en la mayoría de las ocasiones caen en situaciones ridículas tratando de cumplir el mandato de quienes les pagan, o sencillamente hacen el papel de tontos útiles al actuar impulsados por rencores y resentimientos, y hasta denostan del país donde nacieron para justificarse ante ellos mismo por qué están donde viven.

Si aplicamos el dicho de que Aguila no caza moscas, hubiéramos continuado haciendo caso omiso a esa manera de reptar por el ciberespacio, pero tomando en cuenta que no hay enemigo pequeño, y que el asunto tiene un ángulo humorístico (y hasta dan cierta lástima) fue que decidimos contar lo que ha estado sucediendo.

En Twitter, pero también en Facebook, si hablamos de un tema, introducen una cantidad de mensajes con el propósito de desviarlo hacia otro asunto.

Por ejemplo: nos referimos a cómo el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump limita la libertad de los ciudadanos de su país al prohibirles que puedan elegir dónde alojarse cuando visitan a Cuba, y entonces empiezan a decir cualquier otro disparate relacionado con la isla caribeña, interactúan entre ellos, llenan el espacio con sus disparatados mensajes y entonces ejercen una brutal censura tratando de hacer invisible lo que expresamos.

Y no lo hacen solo desde una cuenta, sino usan varias que quizás hasta pueden ser manejadas todas por un solo personajillo, pero nos abstenemos de reproducir lo que dicen para no molestar a los lectores con tales pestilencias solo soportables para los que reptan por las redes sociales practicando la coprofagia.

Para tales anélidos hay muchos vermífugos que iremos abordando en próximas salidas de esta Guagua, y así complacemos a los lectores que han pedido conversar sobre los métodos para enfrentar a los que desvían los diálogos en las redes sociales, a quienes se introducen en chats colectivos, grupos, foros de discusión, comentarios digitales en blogs o sitios de medios de prensa para crear confusiones, provocar irritación y enfrentar a unos contra otros.

Por tanto, dejamos sin final, o para ser más exactos: llegamos en este recorrido de hoy hasta aquí, pero con el compromiso de reanudar el trayecto para hablar de las técnicas de esos personajillos conocidos como troles y, por supuesto, también discutiremos sobre cómo evitarlos con el uso de recursos tecnológicos, pero también mediante la conducta individual y colectiva.

En resumen: Habíamos pensado en ni siquiera mencionar los ridículos tuits porque como dijo el tres veces presidente de Argentina, Juan Domingo Perón:

No critiques a los enemigos, que a lo mejor aprenden.

Sin embargo, al llegar a la conclusión de que no se trata de un problema de aprendizaje, sino de que caen en esa ridiculez porque no tienen la razón y carecen de argumentos, mostramos a bordo de esta Guagua cómo proceden, y eso sí es algo que debemos tener en cuenta, pues el gobierno de EE. UU. destina cuantiosos recursos tecnológicos y financieros a operaciones de guerra psicológica.

Y aunque Aguila no caza moscas, a todas las que desembarquen hasta por las redes sociales, correrán la misma suerte que la original brigada mercenaria 2506 en las arenas de Playa Girón. Y aunque sea una ridiculez, hay que estar alertas.

 

Si no llegó a tiempo para leer guaguas anteriores, puede acceder a ellas desde aquí

 

En una reunión con trabajadores de la Cooperativa de Ómnibus Aliados en La Habana, el 30 de marzo de 1959, Fidel dijo: «Ustedes saben que uno de los lugares donde más se discute de política, de revolución, de economía y de todo, es en el ómnibus, ¿no? Es como una plaza pública el ómnibus, es como una mesa redonda; un ómnibus es como una mesa redonda permanente, donde todo el que sube opina. (…) a veces pregunto qué se habla en los ómnibus, para enterarme de cómo andan las cosas.»
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