En medio de la mortal pandemia de la Covid-19 que azota a la humanidad y pese a las presiones ejercidas por Estados Unidos, África volvió a demostrar su eterna solidaridad con Cuba en la lucha que libra la mayor de las Antillas contra el arreciado bloqueo que le impone Washington desde hace seis décadas.
Esa reiterada conducta valiente y soberana del continente olvidado y expoliado no por pocos, pero muy querido y ayudado por los cubanos, se confirmó una vez más en el segmento de alto nivel del 75 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) que sesionó esta semana de manera virtual.
Desde los presidentes de países pequeños y de escasos recursos, como Gambia, hasta los de más extensión territorial y fortaleza, como Sudáfrica, expusieron sus posiciones de rechazo al cerco económico, comercial y financiero que cruelmente le intensifica EE.UU., a la isla caribeña.
En sus intervenciones ante la AGNU, los mandatarios africanos, entre ellos el gambiano, Adama Barrow, llamaron a la normalización de los vínculos entre Washington y La Habana para promover las relaciones amistosas entre los Estados, y otros como el sudafricano, Cyril Ramaphosa, reiteraron la demanda de poner fin definitivamente al bloqueo a Cuba.
Otros dignatarios, como el de Guinea Bissau, Úmaro Sissoco Embaló, calificaron a Cuba de campeona en todas las luchas mundiales por la salud, especialmente durante esta pandemia de la COVID 19, y expresó que siempre permanece en la primera línea para ayudar al mundo.
Similares pronunciamientos hicieron en sus respectivos discursos los mandatarios de Namibia, Hage Geingob; de Santo Tomé y Príncipe, Evaristo do Espirito Santo Carvalho; de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo; de Gabón, Ali Bongo Ondimba; de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso; de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré; de Kenya, Uhuru Kenyatta; y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chad, Moussa Faki Mahamat, entre otros.
Cito un tuit de mi colega embajador en EE.UU., José Ramón Cabañas: “No porque suceda cada año deja de conmover gratamente la solidaridad y hermandad que mostraron las naciones africanas por Cuba en la AGNU, raíces comunes, historias comunes”.
Cuba y África, hermanadas por su sangre, sus luchas, culturas y religiones batallan juntas hacia un futuro mejor, un futuro más justo. Los agradecidos nos seguiremos acompañando siempre.