Una gran proporción de perros y gatos domésticos pueden haber contraído el nuevo coronavirus a partir de sus dueños contagiados, alertó el Doctor en ciencias veterinarias Pastor Alfonso Zamora, del Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria (CENSA), en la provincia de Mayabeque.
El científico cubano mencionó en ese sentido un estudio del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas, de la Universidad de Guelph en Ontario, Canadá, el cual sugiere la existencia de evidencias sobre el potencial rol de los animales con susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2 y su transmisión.
Las muestras se obtuvieron en una colecta de 17 gatos, 18 perros y 1 hurón, propiedad de personas diagnosticadas con la COVID-19, las cuales informaron síntomas consistentes con la mortal enfermedad, semanas precedentes, agregó Alfonso Zamora.
El también jefe del Grupo de Epidemiología de la Dirección de Salud Animal, del CENSA), señaló igualmente que en general, 7 de los ocho gatos (88%) tuvieron anticuerpos y sus propietarios declararon que ambos sintieron síntomas respiratorios, pero en el caso de los perros la seropositividad llegó al 20%.
La duración de la excreción de SARS-CoV-2 por los animales y la incertidumbre del momento en que se infectan por esa vía, determina una ventana estrecha para la detección viral, aunque los anticuerpos, al persistir por mucho más tiempo, han revelado mejores posibilidades de contaminación, según la misma fuente.
Los autores de la investigación consideran que la evidencia generada por múltiples estudios, incluido el de ellos, es suficiente para recomendar que las personas infectadas con SARS-CoV-2 se aíslen tanto de otras como de los animales, sentenció al referirse a las investigaciones de sus colegas canadienses.
Pastor Alfonso reseñó, además, otro estudio, estas vez de Hong Kong y publicado en la revista Enfermedades Infecciosas Emergentes, que tuvo más éxito en la detección por la prueba de diagnóstico de la Reacción en Cadena de la Polimerasa, que reveló como positivos al 12% de los gatos investigados.
Por esas razones, sus autores propusieron una mayor vigilancia serológica con el objetivo de conocer con mayor exactitud la prevalencia en animales, que no son liberados hasta que tengan dos resultados consecutivos de PCR negativos, una práctica que puede haber influido en su mayor detección.
Pastor Alfonso describió, asimismo, la transmisión reversa (animal-humanos) de SARS-CoV-2 a partir de visones en Los Países Bajos, donde estaba previsto suspender su cría en 2024 para reducir justamente el riesgo de transmisiones de ese tipo y se decidió anticiparla para 2021.
El visón, al criarse en grandes poblaciones de 720 mil animales en 16 granjas, posibilita la transferencia sostenida de virus de un animal a otro, a diferencia de cuando está aislado, donde la excreción viral dura entre 5 y 6 días.
No obstante, en animales el riesgo de propagación es más bajo, pero nunca cero, al igual que los conejos, que también son susceptibles a la infección con SARS-CoV-2., por ser una especie que se cría en poblaciones numerosas y pudiera sostener la transmisión del virus.
(Tomado de ACN)
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