Cuando el doctor Aliengs Gatorno Salguero tuvo que enfrentar el protocolo para atender pacientes positivos de COVID-19, todo era desconocido para él. Eran nuevos los procederes: desde el momento de vestirse, la forma de atender a los enfermos, hasta los medicamentos a emplear.
Su edad y profesión no le permitieron titubear, es más, aseguró sentir orgullo al ser escogido para estar en la línea roja del hospital Militar Manuel Fajardo, de Villa Clara, donde se tratan pacientes de la región central contagiados por el rebrote de la enfermedad.
Según narró estuvo en un régimen de trabajo por 15 días en la sala 2, donde las jornadas son largas, todo susto parece poco y cada tarea tiene que ser exacta. “Fueron días intensos de máximo estrés y concentración, fue una experiencia extraordinaria con pacientes únicos, no había margen para el descuido porque ello podía ser fatal”, precisó y en su voz aún se siente la sensación de sorpresa y cuidado al hablar bajo, casi en susurros.
Gatorno Salguero, se encuentra en un centro de aislamiento para el personal de la salud por 15 días, luego de haber cumplido esta tarea. Desde este lugar cuenta anécdotas y reconoció el decisivo trabajo en colectivo que desarrolló todo el equipo en una sala de veintidós camas.
“Atendimos los casos positivos de la provincia de Sancti Spíritus, además de los últimos activos que se constataron en Villa Clara hace 25 días. Hubo momentos difíciles como decirle a una de esas pacientes que el padre había fallecido, que no podía asistir al funeral, fue muy complejo, requirió de mí mucha sensibilidad.
Estoy acostumbrado a dar aliento, decirle a los enfermos que todo saldrá bien , que confíen, pero ver a esa mujer llorar desconsoladamente me conmovió sobre manera”. Sus ojos se humedecen a pesar de su hombría,- no es necesario que continúe narrando-, su rostro habla por su extraordinaria sensibilidad, no obstante, expresó: “ Un ser humano cuando se enferma demanda de amor, afecto y compañía, si a eso suma la pérdida de un familiar cercano es muy difícil compensarlo y tuve que hacerlo”, confesó.
Foto: Lourdes Rey
Este joven, un profesional de altos quilates, quien labora cotidianamente en el cuerpo de urgencias del policlínico del poblado de San Juan de los Yeras, del municipio de Ranchuelo, aseguró que no olvidará a la abuela espirituana con PCR negativo que tomó la decisión de acompañar a su nieto de seis años asumiendo el riesgo así como la vinculación constantemente con los enfermos por las redes sociales para estar en contacto con ellos.
El doctor Aliengs fue designado para cumplir misión próximamente en la República Bolivariana de Venezuela, hasta allí, dijo, llevará la experiencia de estos días cruciales, el cariño y afecto de los pacientes que sanó y todo el saber aprendido. Llegará para continuar haciendo el bien por la salud. Se convierte con su empeño en uno de nuestros galenos, gigantes del humanismo, valientes de la paz, sanadores de vidas.