En la provincia de Santiago de Cuba, sin casos positivos al nuevo coronavirus desde el pasado mes de abril, se adoptan medidas higiénico-sanitarias y de otros tipos para evitar la aparición de la peligrosa enfermedad que hoy azota al mundo.
Ante la presencia de pacientes contagiados con el SARS-CoV-2 en territorios cercanos como Holguín y Camagüey se refuerzan los puntos de control de carretera con chequeo riguroso de quienes llegan, lo cual incluye toma de temperatura, e indagación del lugar de procedencia.
Las autoridades de Salud Pública en la provincia insisten por diversas vías en el uso del nasobuco, aún cuando la provincia transita por la fase 3 de recuperación pos COVID.
Del mismo modo se mantiene estricta supervisión de los pasos podálicos y los set de higienización de manos en los centros laborales y estudiantiles, así como del cumplimiento de la indicación de la no entrada a esos lugares de personas con cualquier tipo de manifestación respiratoria.
Se han limitado también las visitas a los hospitales, así como a sitios recreativos que generen aglomeración de personas, entre ellos cabaret, discotecas y piscinas que no son de instalaciones hoteleras.
Especial empeño se pone en perfeccionar el sistema de comercialización de productos de primera necesidad para que las colas se realicen con el distanciamiento físico que imponen estos tiempos de pandemia.
El llamado a la disciplina, al respeto a las indicaciones de las autoridades, y al cumplimiento de lo establecido son cuestiones que no faltan en Santiago de Cuba con el apoyo de las organizaciones sociales y de masas, en particular la Central de Trabajadores de Cuba.