Sanos ante la Covid-19 y salvos ya de un apagón telefónico de ocho meses de duración, están los más de 300 habitantes de la comunidad rural Virginia, localizada en el centro de la provincia de Ciego de Ávila.
Después de la publicación en esta página Web, el día tres del presente mes, del trabajo titulado: Virginia sobrevive, pero incomunicada, el servicio telefónico fue restablecido por reparadores pertenecientes a la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa).
Al fin, vuelve a tener tono de marcado el teléfono público, porque con anterioridad hubo allí una interrupción de otros cinco meses, ambos porque «no hay petróleo», respondían desde el 114, cuando algunos virginianos buscaban alternativas para reportar la queja.
María, Acelia, Gladys y otras personas de la tercera edad, quienes prefieren permanecer en casa, toman precauciones y salen a comunicarse para conocer el estado de salud de sus familiares en localidades en cuarentena por causa de la pandemia.
Ahora ellas tienen otras inquietudes y consideran que pudieran tener solución si tuviera un mejor desempeño y contacto con sus electores la delegada de la circunscripción de esa comarca que hace un tiempo fue un Consejo Popular del municipio de Ciro Redondo.
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